El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció hoy que cada semana se registran ataques contra instalaciones o miembros del personal de salud de la organización en diferentes países del mundo.
Ello pese a la aprobación, hace dos años, de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr mayor respeto de la inviolabilidad de la asistencia de salud, señaló en un comunicado.
Esta semana hombres armados irrumpieron en un hospital de República Centroafricana donde opera un equipo de cirugía del CICR y amenazaron a pacientes, personal médico y voluntarios de Cruz Roja. Además, una ambulancia fue detenida en plena calle.
“El abrumador apoyo que consiguió la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (…) demuestra la convicción generalizada de que las personas, sobre todo en zonas de conflicto, deben poder acceder de forma segura a la atención médica”, indicó el CICR.
“Lamentablemente, desde mayo de 2016 hasta ahora, el CICR ha registrado más de mil 200 incidentes contra instalaciones o miembros del personal de salud en tan solo dieciséis países”, agregó.
En Afganistán el uso de instalaciones de salud por portadores de armas y los ataques contra sanitarios, incluidas amenazas, secuestros y homicidios, así como la destrucción y el cierre de instalaciones de salud, han limitado el acceso de miles, si no millones, de personas a la asistencia sanitaria, denunció.
La destrucción de la infraestructura de salud y la interrupción de los servicios médicos han sido particularmente preocupantes en conflictos en Oriente Próximo, añadió el CICR.
Más de la mitad de los hospitales públicos y los centros de salud de Siria están cerrados o funcionan parcialmente y algunos se han visto afectados por ataques aéreos múltiples.
La provisión de suministros médicos en algunas partes del país, así como la evacuación de los heridos y los enfermos, se han visto obstaculizadas en forma recurrente, insistió.
En Iraq, la destrucción de infraestructura civil en las zonas afectadas por las hostilidades más recientes “es generalizada”, lamentó la organización.
En Salá Al Din, más de la tercera parte de los centros de salud están dañados o destruidos.
En Yemen, por su parte, solo el 45 % de la infraestructura de salud del país estaba en funcionamiento a finales de 2017 y la mayoría de los establecimientos no tenían insumos médicos suficientes.
Por todo ello, el CICR instó a las fuerzas armadas a abstenerse de atacar a los civiles y a la infraestructura civil, incluidas las instalaciones, el personal y los vehículos sanitarios.
También pide a todas las partes que levanten los bloqueos que impidan la entrega de suministros médicos necesarios y la evacuación de los heridos y enfermos.
Fuente: https://www.informador.mx