En una situación tensa y en medio de una creciente crisis económica y política, al menos 30 personas fueron detenidas en Argentina por su presunta participación en una serie de saqueos a centros comerciales que han ocurrido desde el fin de semana.
Los saqueos se han extendido por varias provincias del país, incluyendo Córdoba y Mendoza, y alcanzaron su punto máximo en la zona conurbada de Buenos Aires en la tarde de este martes.
A pesar de que el gobierno insiste en que estos incidentes no son una reacción social ni tienen un trasfondo político claro, se producen en un contexto de creciente pobreza debido a la acelerada inflación, que alcanzó un 113.4 por ciento interanual en julio, y una marcada tensión política tras las primarias del 13 de agosto, que han dejado un escenario político incierto de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
La Cámara Empresarial que representa al sector comercial argentino se pronunció al respecto, declarando que el país “no puede ser rehén de pequeños grupos de inadaptados que, escudándose en el genuino malestar de amplias franjas de la población, pretenden violentar la ley y provocar caos”. La entidad empresarial instó a las autoridades a tomar medidas inmediatas para detener los actos de vandalismo y proteger la seguridad y el patrimonio de los afectados.
El ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández, reveló que el gobierno tenía información desde la semana pasada sobre “intentos de organizar hechos delictivos a través de WhatsApp”, aunque se mostró reacio a llamarlos “saqueos” y sugirió que tenían como objetivo “generar un conflicto”.
Por su parte, el jefe de Gabinete de ministros de Argentina y candidato a vicepresidente, Agustín Rossi, confirmó que el gobierno tenía información desde el viernes sobre posibles incidentes organizados por ciudadanos con antecedentes criminales. “No vemos una reacción social, sino hechos que merecen todo el peso de la ley para ser juzgados”, afirmó Rossi en declaraciones a radio La Red.
La situación en Argentina continúa siendo delicada, y las autoridades están tomando medidas para restaurar la calma y la seguridad en medio de la agitación económica y política que enfrenta el país.
