A las 22:40 horas el candidato demócrata Joe Biden salió ante sus seguidores para pedirles que mantuvieran “la fe”. El mensaje: no habrá resultados finales a media noche y posiblemente tampoco los conoceremos el día de hoy. Sin embargo, Biden expresó que tenía optimismo en lograr el triunfo. “Creemos que estamos en el camino de la victoria (…) Esto no se acaba hasta que cada voto sea contado”, agregó el candidato demócrata.
Victoria, una palabra que enfureció al presidente Donald Trump y que, de manera inmediata, recurrió a lo que más tiempo ha dedicado en sus cuatro años de gobierno, tuitear. Su mensaje-veneno se esperaba con antelación: acusar de posible fraude a los demócratas. “Están tratando de ROBAR las elecciones. Nunca los dejaremos que lo hagan. ¡No se pueden emitir votos después de que las urnas hayan sido cerradas!”.
Pocos minutos permaneció su tuit en la plataforma. Un mensaje de la empresa avisó que el contenido podría ser engañoso. “Una parte o la totalidad del contenido compartido en ese tuit es controvertido y podría ser engañoso respecto al modo de participación en unas elecciones o en cualquier otro proceso cívico”. El tuit fue borrado.
La moneda no ha caído al piso pero Donald Trump, hacia la media noche, ya había obtenido dos triunfos: mantener la probabilidad de su reelección al ganar Florida y Texas, entre varios estados, y obtener tiempo para abonar incertidumbre.
Biden, que necesita desesperadamente recuperar estados que Trump ganó en el 2016 para imponerse, apostaba a Michigan, Wisconsin y Pensilvania, pero el conteo de votos en esos lugares podría extenderse durante horas o días.
Trump encabezaba los recuentos en esos estados al cierre de esta ediciòn, pero gran parte se basaba en la votación del martes, con una gran afluencia de republicanos. Se esperaba que el conteo de las boletas por correo en los tres estados tomara horas o días. En Wisconsin y Pensilvania, las boletas por correo no se pueden procesar hasta el día de las elecciones.
Por su parte, Biden ganaba Arizona, un estado que en el 2016 ganó Trump a su rival Hillary Clinton.
Hacia la media noche, era muy temprano para levantarle la mano a alguno de los candidatos.
Trump seguía los resultados con miembros de su familia en la sala de estar de la residencia de la Casa Blanca. Entrando y saliendo de la habitación estaban la primera dama Melania Trump, su yerno Jared Kushner y su hija Ivanka, entre otros. “Está tranquilo”, dijo una fuente familiarizada con la escena.
Los candidatos se dividieron los primeros estados en los que se proyectaron resultados en la carrera por la Casa Blanca, tal y como se esperaba, con los estados conservadores como Alabama, Indiana, Kentucky y Tennessee quedando en manos de Trump y Massachussets, Vermont, Nueva York y Connecticut en poder de Biden, de acuerdo a proyecciones de Edison Research.
Pero ninguno de los aproximadamente 12 estados que decidirán la contienda tenìan un resultado claro tras el cierre de las urnas en casi todo el país, pero Trump estaba en ventaja en varios de ellos.
En Florida, un estado imprescindible para Trump en su búsqueda de los 270 votos electorales necesarios para quedarse en la Casa Blanca, el republicano sumaba un 51.2% de los votos frente a un 47.7% para el candidato demócrata, con un 94% del total de los sufragios escrutados.
Parte de la fortaleza de Trump en Florida provino de un mejor desempeño en los condados del estado con grandes poblaciones latinas respecto de la elección en el 2016.
Sobre este tema, la congresista demòcrata Alexandria Ocasio-Cortes escribía un tuit: “No comentaré mucho sobre los resultados de esta noche, ya que están evolucionando, pero diré que hemos sonado la alarma sobre las vulnerabilidades demócratas con los latinos durante mucho, mucho tiempo. Hay una estrategia y un camino, pero el esfuerzo necesario simplemente no se ha puesto en marcha”.
¿Y los latinos?
Aliados de Biden han admitido sus dificultades para asegurarse el apoyo de los votantes latinos, particularmente entre los cubanos y venezolanos en Florida, donde el mensaje de Trump sobre que el demócrata es socialista parece que funcionó.
En Florida, según las encuestas a boca de urna, Trump y su rival demócrata Joe Biden se repartían el voto latino. En el 2016, Trump solo sumó cuatro de cada 10 votantes latinos en su carrera contra la candidata demócrata Hillary Clinton. En general, sumaba 3 de 10 votantes no blancos en comparación con solo dos de 10 hace cuatro años.
En el barrio cubano de la Pequeña Habana, en Miami, la noche de ayer 3 de noviembre, decenas de cubanos escuchaban salsa y ondeaban banderas estadounidenses, ya celebrando la victoria de su presidente en este estado que Trump necesitaba para quedarse en la Casa Blanca.
“No sé tú, pero yo / yo voy a votar por Donald Trump”, decía un estribillo que sonaba frente al emblemático Café Versailles. “¡Libertad para Cuba!”, gritaba a las cámaras una mujer.
Según expertos, el triunfo de Trump en este estado fue resultado de varias factores, entre ellas su carisma entre los pobladores blancos rurales y su retórica anticomunista, que convenció a los hispanos recelosos de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica.
“Los demócratas perdieron el voto hispano. No sólo el de los cubanos. También de los venezolanos, argentinos, bolivianos, colombianos… Son todos trumpistas aquí”, dijo Eduardo Gamarra, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Según el experto, “no han entendido que la estrategia del presidente Trump era ganar la elección, no era cambiar de políticas favorables para esos grupos”.
Las protestas raciales que desde el verano provocaron disturbios en todo el país tampoco ayudaron a convencer a los latinos de Florida, que no se identifican con los afroamericanos, a votar por Biden.
De la pandemia, nadie la recordó
Biden, de 77 años y quien enfocó la contienda como un referéndum sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte del presidente Trump, prometió esfuerzos renovados para combatir la pandemia de Covid-19, pero al parecer, no necesariamente le trajo buenos resultados. Quizá más adelante se conozca con mayor profundidad qué tanto le benefició o perjudicó.
Poco más de 100 millones de estadounidenses votaron por anticipado, ya sea por correo o en persona, según el Proyecto de Elecciones de la Universidad de Florida, una cifra impulsada por las preocupaciones sobre centros abarrotados en medio de la pandemia que azota al país, así como por un entusiasmo extraordinario.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx