Washington D.C. — La Administración del presidente Donald Trump amplió su campaña militar contra embarcaciones sospechosas de contrabando de drogas a una nueva región, luego de que el Pentágono confirmara un ataque en el Océano Pacífico oriental, el primero fuera del Caribe desde el inicio de la operación.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó que la acción —ocurrida el martes por la noche— dejó dos muertos a bordo del bote interceptado, el cual, según la inteligencia estadounidense, transportaba narcóticos.
“Nuestra inteligencia sabía que la embarcación estaba involucrada en el tráfico de drogas. Los narcoterroristas que pretenden traer veneno a nuestras costas no encontrarán refugio en ningún lugar de nuestro hemisferio. No habrá refugio ni perdón, sólo justicia”, escribió Hegseth en su cuenta de X (antes Twitter), acompañando su mensaje con imágenes de la misión.
De acuerdo con un funcionario estadounidense citado por medios locales, el ataque ocurrió frente a las costas de Colombia, en aguas internacionales.
La ofensiva forma parte de la campaña iniciada el 2 de septiembre, cuando Trump ordenó a las Fuerzas Armadas atacar barcos sospechosos de transportar drogas, tratándolos como “combatientes enemigos” en lugar de simples sospechosos criminales.
Inicialmente, las operaciones se concentraron en Venezuela, pero con el paso de las semanas se han extendido hacia Colombia, uno de los principales países productores de cocaína que abastece el mercado estadounidense.
El presidente colombiano Gustavo Petro denunció que varios ciudadanos de su país han muerto en los operativos, y acusó a Washington de cometer “asesinatos extrajudiciales” bajo el pretexto de la lucha antidrogas.
En respuesta, Trump anunció la suspensión de la ayuda exterior a Colombia, escalando la tensión diplomática entre ambos gobiernos.
La Casa Blanca no ha ofrecido comentarios adicionales sobre los criterios de selección de objetivos ni sobre el número de ataques realizados desde el inicio de la campaña.
