El encargado del Departamento de Estado de EE.UU. para Latinoamérica, Brian Nichols, afirmó este miércoles que existen pruebas “irrefutables” que respaldan la victoria del candidato opositor Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales de Venezuela, celebradas el 28 de julio. Durante su intervención ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Nichols destacó que, según las actas de votación disponibles, González Urrutia superó a Nicolás Maduro por casi cuatro millones de votos.
Nichols hizo referencia a los datos publicados por la oposición en una página web, donde se indica que con el 81% de las actas contabilizadas, es evidente la victoria del opositor. “Incluso si Maduro ganara el 100% de los votos en el menos del 20% de actas que quedan por publicar, no podría sobrepasar a González”, subrayó el diplomático.
Estas afirmaciones contrastan con la declaración del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, que proclamó a Maduro como ganador con el 51% de los votos. Sin embargo, el CNE no ha presentado las actas de totalización, lo que ha desencadenado protestas masivas tanto de la oposición como de la ciudadanía, además de críticas de la comunidad internacional.
Nichols instó a Maduro y a otros países a reconocer a González como el legítimo ganador de las elecciones, advirtiendo que aquellos que no lo hagan estarían permitiendo un “fraude masivo” y menospreciando el orden legal. Su declaración marca un cambio significativo en la postura de Washington respecto a las elecciones en Venezuela.
La Casa Blanca también ha manifestado su creciente impaciencia ante la falta de publicación de las actas de votación que respaldan la victoria de Maduro. John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad, coincidió con las conclusiones del Centro Carter, que observó que los comicios no fueron democráticos.
A nivel internacional, organismos como la ONU, la Unión Europea y varios países de América Latina han exigido la publicación de las actas de votación, mientras que miles de venezolanos continúan protestando en las calles en contra de lo que consideran un fraude electoral.