El cohete de Elon Musk explota en pleno lanzamiento

El cohete más grande y poderoso jamás construido, el Starship de SpaceX, explotó durante el lanzamiento el jueves 20 de abril en Texas. Según un funcionario de la compañía, se trató de un “desmontaje rápido no planificado”.

A pesar del incidente, SpaceX considera que fue un éxito en su proceso de desarrollo y los inversores podrían tener la oportunidad de ser dueños de una parte de la compañía antes de lo esperado.

La firma de capital cerrado, cofundada por Elon Musk, ya tiene un contrato con la NASA de casi 3 mil millones de dólares para convertir el vehículo en un módulo de aterrizaje para llevar astronautas a la luna. Con una altura de aproximadamente 400 pies, el Starship es capaz de transportar una carga útil posiblemente cuatro veces más grande que el cohete más poderoso de la compañía en operación.

Aunque SpaceX ha invertido mucho en el desarrollo del Starship, el proceso ha sido difícil, con la compañía retrasando su primer intento de lanzamiento el 17 de abril debido a una válvula de presión congelada. Musk ha establecido expectativas bajas para la prueba, sugiriendo que incluso si el cohete no completa la órbita parcial planificada de la Tierra, aún sería valiosa.

La FAA otorgó finalmente una licencia de lanzamiento el 14 de abril después de que SpaceX implementara 75 medidas de mitigación para reducir su impacto en el área circundante y la vida silvestre.

El Starship está diseñado para ser completamente reutilizable, lo que reducirá significativamente el costo de los lanzamientos y podría abrir el acceso al espacio profundo. Sin embargo, durante esta prueba, el plan es que el Starship caiga al océano.

A pesar del revés del lanzamiento fallido, SpaceX continuará revisando los datos y trabajando en su próxima prueba de vuelo.

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