La Oficina Federal de Investigación (FBI) de EE.UU. está investigando a los gigantes corporativos Johnson & Johnson, Siemens, General Electric Co. y Philips, por supuestamente pagar sobornos millonarios en el marco de un plan que involucra la venta de equipos médicos en Brasil, informa Reuters, citando a dos investigadores brasileños.
Las compañías presuntamente canalizaron pagos ilegales a funcionarios del Gobierno brasileño para asegurar contratos con programas de salud pública en todo el país sudamericano durante las últimas dos décadas. De acuerdo con los fiscales brasileños, más de 20 compañías pueden haber sido parte de un “cartel” que pagó sobornos y cobró al Gobierno por equipos médicos a precios inflados.
Las cuatro empresas multinacionales son las empresas extranjeras más grandes investigadas en un impulso sin precedentes contra la corrupción en Brasil en los últimos años.
Colaboración entre Brasil y EE.UU.
En 2016, los fiscales de EE.UU. y Brasil negociaron conjuntamente una multa de 3.500 millones de dólares contra el conglomerado brasileño de la construcción Odebrecht SA por su parte en el caso de Lava Jato, el mayor escándalo de corrupción de Brasil, que en 2014 destapó un entramado de sobornos a cambio de licitaciones de contratos de obras públicas a través Petrobras.
Los investigadores de ambos países siguen colaborando. Ahora, la fiscal federal brasileña Marisa Ferrari, confirmó en una entrevista con el medio que el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. estaban ayudando en la investigación del caso de equipos médicos, que se encuentra en sus primeras etapas.
“Verdaderamente masivo”
El sistema de salud pública de Brasil es uno de los más grandes del mundo y atiende a 210 millones de personas. De acuerdo con la evidencia, las empresas involucradas en el caso buscaban aprovechar este hecho ofreciendo sobornos a cambio de los contratos gubernamentales con precios elevados.
“Debido a que el presupuesto de salud del Gobierno brasileño es tan grande, este esquema es verdaderamente masivo”, afirmó Ferrari. “Este primer caso es solo una pequeña parte de lo que está por venir”.
Además de pagar comisiones ilícitas a través de intermediarios para asegurar contratos, algunos proveedores cobraron precios inflados del Gobierno de Brasil, hasta ocho veces el precio de mercado, para ayudar a cubrir el costo de sus sobornos, de acuerdo con los fiscales.
Dos empresas, el mismo ejecutivo corrupto
El expresidente ejecutivo de General Electric para América Latina, Daurio Speranzini, y otros 22 funcionarios fueron acusados el año pasado en el primer caso derivado del supuesto esquema. Los abogados de Speranzini, que dejó GE en noviembre, insisten en que su cliente es inocente.
Sin embargo, los fiscales alegan que Speranzini participó por primera vez en el cártel como jefe de la operación Philips Healthcare en América Latina desde 2004 hasta fines de 2010. Un informante le comunicó Philips sobre el fraude, y Speranzini fue despedido después de una investigación interna, según la investigación.
Fue contratado por GE unos meses después de dejar Philips. Los investigadores sostienen que poseen pruebas sólidas de que Speranzini continuó con el esquema mientras estaba en GE.
En ese caso, que se centró en el estado de Río de Janeiro, los contribuyentes brasileños fueron engañados por al menos 600 millones de reales (unos 150 millones de dólares) entre 2007 y 2018, a través de contratos complementarios adjudicados a proveedores de equipos médicos corruptos, según las autoridades brasileñas.
Fuente: https://www.actualidad.rt.com