Los dos cardenales son el chileno Francisco Javier Errázuriz y el australiano George Pell, quienes se han visto implicados en acusaciones relacionadas con abusos sexuales y que han sido rechazadas por ellos.
Desde Chile, un abogado en representación de Errázuriz aclaró que el cardenal no fue removido de su cargo, sino que su periodo de cinco años como asesor se había cumplido.
A mediados de noviembre, Errázuriz también había anticipado a medios locales que saldría del consejo asesor tras acabar su función.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, anunció que un tercer cardenal que integraba el denominado C-9, Laurent Monsengwo Pasinya, de la República Democrática del Congo, también abandonará el grupo.
En una comparecencia ante los medios relacionada con el último encuentro del comité asesor, que concluyó el miércoles, el portavoz dijo que el pontífice había escrito a los tres cardenales en octubre, agradeciéndoles por su trabajo.
Ninguno de los tres religiosos estuvo presente en la última reunión.
Pell se tomó una licencia indefinida de su cargo como ministro de Economía del Vaticano para defenderse en un proceso por delitos sexuales en Australia.
En octubre, víctimas de abusos sexuales de un controvertido exsacerdote en Chile entregaron a un tribunal nuevos documentos en que denunciaron el encubrimiento de esos delitos por parte de Errázuriz.
Denuncias contra diversos miembros de la Iglesia católica en Chile llevaron este año al Papa a abrir una investigación que ha generado la salida de obispos y otros sacerdotes acusados de realizar o encubrir abusos contra menores.
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