El desenlace de los comicios estatales en Virginia y Nueva Jersey representa un repudio a las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y un anticipo del entusiasmo entre los demócratas para las próximas elecciones legislativas, coincidieron hoy medios locales.
The Washington Post consideró que la victoria del demócrata Ralph Northam en la lucha por la gubernatura de Virginia, y de otros candidatos de ese partido, son un ejemplo de la “energía potencial” de los opositores de Trump y de los republicanos.
“El triunfo de Northam, junto al de los demócratas que derrotaron a legisladores titulares republicanos, marca el primer repudio mayor a la administración Trump”, sostuvo el rotativo capitalino.
A lo largo de su campaña, Northam abanderó su apoyo a los inmigrantes, incluido los “Dreamers” y se acercó a líderes comunitarios latinos del área metropolitana de Washington.
En contraste, el mensaje anti-inmigratorio de Ed Gillespie, el republicano perdedor en la gubernatura de Virginia y ex líder del Partido Republicano, no logró atraer a un electorado que, según las encuestas, se inclina hacia los demócratas tras 10 meses de la presidencia de Trump.
Gillespie buscó establecer un vínculo entre los inmigrantes indocumentados, las pandillas como la MS-13 y la criminalidad.
Anoche desde Seul, el presidente Trump reaccionó al descalabro político para los republicanos y culpó a Gillespie por no haberlo abrazado suficientemente.
“Ed Gillespie trabajó duro, pero no me aceptó de manera entusiasta a lo que defiendo. No lo olviden, los republicanos ganaron cuatro de cuatro escaños en la Cámara Baja, y con la economía en números récord, continuaremos ganando, aún más que antes”, escribió en Twitter.
En Nueva Jersey, el triunfo del novato demócrata Phil Murphy, otro crítico de las posiciones de Trump en migración, fue visto como un rechazo al presidente y a los republicanos.
“La victoria decisiva del señor Murphy (…) otorga a los demócratas un muy necesitado impulso y pone en el cargo a un gobernador que ha prometido hacer de su estado un baluarte contra las políticas de Donald Trump”, señaló The New York Times.
Durante su campaña por la gubernatura, el nuevo gobernador electo de Nueva Jersey prometió oponerse a las políticas de Trump y apoyar iniciativas de causas progresistas, como la legalización de la mariguana y el aumento de los salarios mínimos.
A nivel federal, las elecciones de 2018 pondrán en juego los 435 asientos de la Cámara de Representantes y una tercera parte de los 100 del Senado.
Los demócratas requieren una ganancia neta de más de 40 asientos en la Cámara Baja y tres en el Senado para arrebatar la mayoría a los republicanos.
Fuente: http://aristeguinoticias.com
