Bolivia necesita alcanzar un diálogo entre las fuerzas políticas para contener la polarización social y los brotes de violencia, antes de que escale hacia una guerra civil, advirtió Daniel Zovatto.
Bolivia atraviesa una situación política muy delicada, con acusaciones de fraude electoral, la renuncia del presidente Evo Morales, un golpe de Estado militar y la autoproclamación de la oposición como gobierno, todos ellos son componentes de una “tormenta perfecta” que podría desencadenar un conflicto social mayúsculo, advirtió Daniel Zovatto, del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral.
El experto en materia electoral considera indispensable que las distintas fuerzas políticas del país se sienten a dialogar para encontrar una salida “democrática, constitucional, apegada al Estado de derecho, pacífica y electoral, y no una salida militar como se le ha dado”.
“Si no le encontramos una rápida salida, con respeto a la Constitución, con unas elecciones transparentes, se puede desbordar la violencia”.
Zovatto destacó el riesgo que representan las declaraciones de la senadora -proclamada irregularmente como presidenta interina- Jeanine Áñez, sobre cómo la Biblia regresaba al Palacio, las críticas al partido MAS y a Evo Morales, y los señalamientos de que le daba pena México por recibirlo como asilado. Todo esto “generando más crisis y más confrontación”.
“Hay un peligro de que si no se maneja bien esta situación, no solamente haya más violencia, sino se pueda ir hacia una guerra civil”.
Existe también una responsabilidad clara de Evo Morales, precisó Zovatto, ya que forzó la constitución para un cuarto mandato.
“Ese era el momento perfecto de decir, consulté al pueblo, escuché la voz del pueblo, ya no voy a buscar un nuevo periodo, y organizar una transición organizada y hacer una sucesión del liderazgo de un movimiento muy importante como es el MAS, y de una presidencia como la de Evo que tiene muchos méritos en lo económico y lo social”.
También denunció que la elección del 20 de octubre estuvo “plagada de irregularidades”, como ha sido documentado por la misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA). No obstante considera que “lo que hubo el domingo fue un golpe de Estado disfrazado de sugerencia de las fuerzas armadas”.
Ante este complicado escenario, Zovatto consideró inminente que el gobierno interino convoque a elecciones antes del 22 de enero del 2020. Eso implicaría que cada partido político tenga que decidir quién podrá participar: por parte del MAS se tendrá que determinar si es Evo u otra persona quien será postulada. De la misma manera, la oposición tendrá que decidir si se postulará Meza de nuevo.
Fuente: http://www.aristeguinoticias.com