Expertos de salud criticaron a Estados Unidos (EU) por acaparar casi todo el suministro global de Remdesivir, el único medicamento con licencia hasta ahora para tratar el COVID-19 y advirtieron que ese tipo de comportamiento fija un peligroso precedente para los esfuerzos mundiales de compartir los escasos tratamientos en medio de la pandemia.
El Gobierno estadounidense anunció que el presidente Donald Trump había conseguido un “excelente acuerdo” para comprar el fármaco producido por Gilead Sciences para el mercado estadounidense.
El Departamento de Salud dijo que Trump aseguró 500 mil tratamientos de la sustancia hasta septiembre, lo que representa 100% de la capacidad de producción de Gilead en julio y 90% de la de agosto y septiembre.
Pruebas iniciales de Remdesivir con pacientes hospitalizados con COVID-19 encontraron que aquellos que recibieron el medicamento se recuperaron más rápidamente. Ese es el único medicamento con licencia en EU y la Unión Europea para tratar a enfermos con síntomas graves de la enfermedad.
Ohid Yaqub, un académico en la Universidad de Sussex, dijo que eso indica una “falta de voluntad para cooperar con otros países y el efecto desalentador que eso tiene en los acuerdos internacionales sobre derechos de propiedad intelectual”.
El doctor Peter Horby, quien está a cargo de una prueba clínica grande de varios tratamientos para el virus, dijo a la BBC que se necesita “una estructura más fuerte” para garantizar precios justos y acceso a medicinas clave para las personas y naciones de todo el mundo. Dijo que, como compañía estadounidense, Gilead probablemente está “bajo ciertas presiones políticas localmente”.
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