La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó hoy que febrero de 2024 fue testigo de extremos climáticos, destacando un “calor extremo” en el hemisferio sur y temperaturas atípicas en el invierno del hemisferio norte, particularmente en Europa, con la ruptura de récords.
Álvaro Silva, experto en clima de la OMM, señaló que este calor anómalo es coherente con un calentamiento persistente desde junio de 2023, con siete récords mensuales consecutivos de temperatura global, incluido enero de 2024. Además, las temperaturas globales de la superficie del mar también alcanzaron niveles récord.
Aunque el fenómeno de El Niño contribuyó al aumento de temperaturas en algunas regiones, Silva subrayó que el cambio climático inducido por el hombre es el factor principal en esta situación a largo plazo.
Contrariamente, áreas como el noroeste de Canadá, Asia central y el tramo de Siberia hasta el sudeste de China experimentaron un frío excepcional durante la última semana de febrero, según los datos de la OMM.
La organización subrayó que, según estimaciones preliminares, gran parte de Europa experimentó temperaturas al menos 2 grados Celsius por encima de lo normal, con algunas regiones registrando desviaciones de entre 4 y 6 grados. Este febrero podría ser el más cálido registrado en esta zona, aunque se esperan mediciones definitivas para confirmarlo.
En Sudamérica, las altas temperaturas y la sequía prolongada en febrero provocaron incendios y emisiones intensas de gases de efecto invernadero en la selva amazónica. Brasil, especialmente en el estado de Roraima, pudo haber experimentado las emisiones más intensas en al menos veinte años, según la OMM.
Venezuela y Bolivia también están experimentando las mayores emisiones desde 2003 durante el mismo período, según el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, resaltando la urgencia de abordar los impactos del cambio climático.