En un reciente escándalo de seguridad nacional, altos funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump, incluido su Secretario de Defensa, han sido acusados de compartir planes de guerra en un chat grupal de la aplicación de mensajería Signal. La revista The Atlantic reveló que este intercambio, que incluía al editor jefe Jeffrey Goldberg, contenía detalles operativos sobre próximos ataques militares contra los rebeldes hutíes en Yemen.
El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) ha confirmado que la cadena de mensajes “parece ser auténtica” y ha iniciado una investigación para esclarecer cómo se permitió la inclusión de un periodista en un chat que debería haber sido confidencial. Este chat incluía a figuras clave como Tulsi Gabbard, directora de inteligencia nacional, y Marco Rubio, Secretario de Estado.
Trump, al ser cuestionado por los periodistas, afirmó no estar al tanto de la filtración y minimizó la importancia de la revista The Atlantic, sugiriendo que no era “precisamente una revista”. Sin embargo, el contenido del chat incluía información crítica sobre objetivos, armamento y la secuencia de los ataques, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad operativa.
La divulgación de esta información sensible se produce en un contexto en el que Estados Unidos ha intensificado sus operaciones aéreas contra los hutíes, quienes han estado atacando buques comerciales y militares en el Mar Rojo desde noviembre de 2023. De hecho, solo dos horas después de que Goldberg recibió los detalles del ataque programado para el 15 de marzo, Estados Unidos lanzó una serie de ataques aéreos en Yemen.
La situación ha generado una ola de condenas por parte de legisladores demócratas. Chuck Schumer, líder demócrata del Senado, calificó la filtración como “una de las violaciones de inteligencia militar más sorprendentes” que ha presenciado. Por su parte, el senador Jack Reed expresó que la negligencia del gabinete de Trump es “asombrosa y peligrosa”, y exigió respuestas inmediatas.
Los expertos en privacidad han señalado que, aunque Signal ofrece cifrado de extremo a extremo, no es completamente seguro y puede ser objeto de hackeos. El uso de esta aplicación para asuntos tan delicados ha suscitado críticas, especialmente dado que el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, había anunciado previamente una ofensiva contra las filtraciones de información sensible.
El representante Jim Himes, también crítico de la situación, enfatizó que si un funcionario de menor rango hubiera hecho algo similar, podría enfrentar graves consecuencias, incluyendo la pérdida de su autorización y una posible investigación penal.
En medio de este escándalo, el Consejo de Seguridad Nacional continúa su investigación para determinar cómo se produjo esta grave violación de protocolo y qué medidas se tomarán para evitar que se repita en el futuro.
