El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ajustado su proyección para la economía mexicana en 2025, anticipando una contracción del 0.3% del Producto Interno Bruto (PIB), en contraste con su estimación anterior de un crecimiento del 1.4%. Esta revisión se atribuye principalmente a los aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, que han alcanzado niveles históricos en los últimos 100 años.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su desacuerdo con esta previsión, argumentando que el FMI no ha considerado adecuadamente los efectos positivos del “Plan México”, una estrategia gubernamental destinada a fortalecer la inversión pública y la industria nacional. Según Sheinbaum, las proyecciones internas del gobierno estiman un crecimiento económico de entre 1.5% y 2.3% para el año en curso.
El FMI también ha reducido su pronóstico de crecimiento global para 2025 al 2.8%, señalando que las tensiones comerciales y la incertidumbre política están afectando negativamente la inversión y el comercio internacional.