El Gobierno de Estados Unidos frenó con gas lacrimógeno y balas de goma a los migrantes que intentaron ingresar en su territorio a través de las garitas de El Chaparral y San Ysidro.
En el primer punto, en el cual culminaría una marcha pacífica, los centroamericanos rompieron la valla humana que armaron policías federales y pasaron al segundo, en donde las autoridades estadounidenses cerraron el paso peatonal y vehicular, que horas después fue reabierto.
Ante esta acción, algunas familias regresaron al albergue ubicado en la unidad deportiva “Benito Juárez”, en Tijuana, pero otros decidieron recorrer las vías del ferrocarril hasta llegar a la barda metálica que divide ambos países. Cuando buscaron cruzarla, fueron replegados.
Los viajeros portaron banderas estadounidenses y hondureñas pintadas a mano. Algunos cantaron “¡No somos criminales! ¡Somos trabajadores internacionales!”. Una mujer usó un megáfono y dijo: “No queremos la guerra, no queremos matar”.
La titular de la Secretaría de Seguridad Nacional de la administración de Donald Trump, Kirstjen Nielsen, defendió el cierre y afirmó que algunos de los extranjeros arrojaron proyectiles a los agentes fronterizos.
Sin embargo, activistas calificaron de exagerada la respuesta. “Estamos viendo un exceso de uso de fuerza. Esta crisis humanitaria no amerita una respuesta militar. Los migrantes no están armados, incluso las pancartas que tienen muestran interés de paz”, comentó Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos en San Diego.
La Segob deportará a migrantes que intentaron cruzar la frontera
Las personas que intentaron ingresar a territorio estadounidense y agredieron a elementos de la Policía Federal que resguardaban la zona fronteriza serán puestas a disposición de las autoridades correspondientes, informó la Secretaría de Gobernación (Segob).
Esto luego de los hechos que ocurrieron en la garita de El Chaparral, en Tijuana, por lo que una vez puestos a disposición de las autoridades, los migrantes serán deportados. La dependencia federal precisó que estas acciones se realizan en cumplimiento a lo establecido por los artículos 115, 143 y 144, fracción cuarta, de la Ley de Migración.
De acuerdo con el titular de la Segob, Alfonso Navarrete Prida, entre el grupo de migrantes existen “provocadores” que ponen en riesgo las caravanas, a mujeres y niños, así como la posibilidad de alcanzar algún tipo de ayuda, refugio o asilo.
Insistió en que los centroamericanos no deben manifestarse de manera violenta, pues en este caso se procederá con la ley migratoria en la mano, respetando sus derechos, y aclaró que hasta el momento no hay ningún reporte de víctimas o lesionados.
También, mediante una tarjeta informativa, destacó que el Instituto Nacional de Migración (INM) cuenta con los mecanismos de retorno asistido y deportación para hacer abandonar del territorio nacional a aquel extranjero que violente el marco legal vigente.
Además, “mantendrá estrecha coordinación con las autoridades de los tres niveles de Gobierno para detectar el origen de la embestida violenta de los centroamericanos y su intento por cruzar ilegalmente a los Estados Unidos”. También mencionó que “reforzará la frontera con elementos de la Policía Federal”.
La Segob dio a conocer que, en coordinación con autoridades de Baja California, logró contener al grupo de casi 500 migrantes que intentó cruzar la frontera.
La dependencia indicó que, pese a la magnitud de esa situación y “conforme a su política interna de respeto a los derechos humanos y a la no criminalización de la migración, no se desplegarán fuerzas militares para enfrentar este problema”.
No obstante, dejó claro que se reforzarán los puntos fronterizos donde las personas irrumpieron en su intento por ingresar ilegalmente a los Estados Unidos.
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