Un fuerte terremoto de magnitud 6.3 sacudió la prefectura de Ishikawa en el oeste de Japón el viernes 5 de mayo. Afortunadamente, no se emitió una alerta de tsunami, pero el sismo provocó la caída de tres edificios y dejó al menos seis personas heridas.
La Agencia de gestión de Incendios y Desastres del país informó que un edificio colapsó en la ciudad de Suzu, donde una persona resultó herida tras caer de una escalera y sufrir un paro cardiopulmonar. Además, se informó la caída de otro edificio en el distrito Ukai de Horyu-cho, así como otros dos en los distritos de Okada y Shoin-cho.
La dependencia señaló que al menos dos personas necesitan rescate y que una persona fue trasladada en helicóptero a un hospital. El sismo también provocó la suspensión de las líneas ferroviarias en la zona afectada, incluido el tren bala de Hokuriku.
El epicentro del terremoto se ubicó en Noto, una península situada al norte de Ishikawa, y tuvo una profundidad de unos 10 kilómetros. Además, se registró otra actividad sísmica de magnitud 4 en la ciudad de Nagaoka, en la prefectura de Niigata, y de magnitud 3 en Tohoku.
Japón es conocido por su alta actividad sísmica debido a que se encuentra en el Anillo de Fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. A pesar de ello, sus infraestructuras están especialmente diseñadas para resistir los temblores.
La Oficina de Prevención de desastres informó que puede haber algunas fluctuaciones en el nivel del mar a lo largo de la costa de Japón, pero no se espera que se produzcan daños. La Oficina del Primer Ministro y la autoridad nuclear de Japón confirmaron que no hubo daños en la central nuclear de Shika y que sus unidades 1 y 2 cerraron.