El diario estadounidense The New York Times ha señalado en una publicación reciente que las Fuerzas Armadas de México están tomando cada vez más funciones dentro del actual gobierno, pero operan con poca supervisión, lo que ha generado preocupación entre activistas y defensores de los derechos humanos.
La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Marta Hurtado, ha indicado que es “realmente crucial y urgente que los servicios de inteligencia en México estén regulados con un mecanismo de supervisión civil”, que “debería crearse para controlar y, eventualmente, tomar medidas de rendición de cuentas sobre los mismos”.
El medio ha reprochado que la Secretaría de la Defensa Nacional está bajo las órdenes de un general en servicio activo que frecuentemente se niega a comparecer ante el Congreso, y ha acusado al presidente Andrés Manuel López Obrador de llevar a cabo proyectos gubernamentales “bajo las Fuerzas Armadas para limitar su transparencia y se ha traducido en que los casos de muertes de civiles a manos del Ejército casi nunca vayan a juicio”.
Además, el diario ha afirmado que con el actual gobierno, los militares han ido más lejos de su misión de seguridad y han desempeñado negocios lucrativos, como la construcción y operación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y la construcción del proyecto turístico más grande del país, el Tren Maya, que comprende casi mil 600 kilómetros y tiene un costo de 20 mil millones de dólares, y que también administrarán una vez terminado. Los militares también están a cargo de las aduanas del país, que son una de las mayores fuentes de ingreso de México.
Analistas han explicado al medio que dichas responsabilidades le dan a los militares la capacidad de recaudar dinero por su cuenta, lo que podría socavar el equilibrio de poderes en México.
