Oslo, Noruega.- La hija de la dirigente opositora venezolana María Corina Machado, Ana Corina Sosa Machado, recibió este miércoles el Premio Nobel de la Paz en representación de su madre, luego de que autoridades confirmaran que la líder política no podría asistir a la ceremonia por razones de seguridad.
Machado permanece en la clandestinidad y no ha aparecido en público desde el 9 de enero, fecha en la que fue brevemente detenida tras participar en una protesta en Caracas. Durante la ceremonia en Oslo, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, destacó el riesgo extremo que implicaba para ella viajar a Noruega y afirmó que, aunque no estuviera presente físicamente, “estamos profundamente felices de confirmar que está a salvo y que estará con nosotros aquí en Oslo”.
La ausencia de Machado fue confirmada horas antes por el Instituto Noruego del Nobel y su portavoz. En su lugar, su hija subió al estrado para recibir el galardón que reconoce la lucha de la opositora venezolana por la transición democrática en su país.
En un mensaje de audio difundido por el sitio oficial del Nobel, Machado agradeció a quienes arriesgaron sus vidas para facilitar su salida de Venezuela, asegurando que el premio representa “lo que este reconocimiento significa para el pueblo venezolano”. Añadió que cientos de compatriotas viajaron desde distintos países para acompañarla en Oslo y expresó su deseo de reencontrarse pronto con su familia, a la que no ve desde hace dos años.
La ceremonia reunió a varias figuras latinoamericanas que acudieron en señal de respaldo, entre ellos los presidentes Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador), José Raúl Mulino (Panamá) y Santiago Peña (Paraguay).
El Nobel otorgado a Machado —anunciado el 10 de octubre— reconoce su papel como una mujer “que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”. Tras ganar la primaria opositora, buscaba enfrentar al presidente Nicolás Maduro en las elecciones de 2024, pero fue inhabilitada por el Gobierno. En su lugar compitió el diplomático retirado Edmundo González, quien posteriormente solicitó asilo en España y estuvo presente en la ceremonia.
Organismos de derechos humanos de la ONU y diversas organizaciones independientes han reiterado su preocupación por la situación en Venezuela, señalando detenciones arbitrarias, violaciones a las libertades políticas y una represión que, aseguran, debe ser investigada y atribuida a las autoridades responsables.
