El debate presidencial entre la vicepresidenta Kamala Harris y el exmandatario Donald Trump, celebrado este martes en Filadelfia, estuvo marcado por ataques personales y momentos de tensión. Organizado por ABC News, este encuentro podría ser el único cara a cara entre ambos antes de las elecciones del 5 de noviembre, que definirán el futuro político de Estados Unidos.
Trump, visiblemente exasperado en varios momentos, lanzó diatribas plagadas de afirmaciones engañosas sobre migración, las elecciones de 2020 y el aborto. En contraste, Harris mantuvo la calma, utilizando gestos expresivos para responder a su contrincante, y logró evadir preguntas sobre sus puntos débiles ante los votantes.
La actitud defensiva de Trump generó frustración entre sus asesores, quienes lo habían preparado para evitar caer en las “trampas” de Harris. Uno de los momentos más destacados fue cuando Trump reaccionó a un comentario de Harris sobre la falta de entusiasmo en sus mítines, desatando un monólogo en el que afirmó, sin fundamento, que migrantes haitianos estaban “comiendo perros y gatos” en Ohio, provocando risas en su rival.
Ambos candidatos se acusaron mutuamente de ser un “peligro” para la democracia. Harris citó a líderes militares que consideran a Trump una “desgracia” y lo acusó de aspirar a convertirse en un “dictador”. Trump, por su parte, tildó a Harris de “radical” y la responsabilizó de la situación económica del país.
El debate también abordó temas candentes como la migración, donde Trump intentó vincular a Harris con las políticas del presidente Biden, llamándola erróneamente “encargada de la frontera”. Harris, sin embargo, evitó profundizar en este tema y defendió un proyecto de ley para mantener las restricciones al asilo.
Otro punto de confrontación fue el aborto, con Harris prometiendo protegerlo a nivel federal, mientras que Trump se mostró a favor de excepciones en casos de violación, incesto y peligro para la vida de la madre.
También se discutieron la guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza, donde Trump acusó a Harris de “odiar a Israel”, a lo que ella respondió reafirmando su apoyo a la nación israelí.
Las encuestas indican una carrera reñida para las elecciones de noviembre, con Harris liderando a Trump por apenas 2.7 puntos porcentuales a nivel nacional, lo que sugiere que la contienda será muy competitiva.
