El ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, anunció este miércoles que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha sido declarado persona non grata en el país. Esta decisión se debe a que Katz considera que Guterres no condenó de manera suficiente el reciente ataque iraní contra Israel.
“Quien no puede condenar de forma inequívoca el atroz ataque de Irán contra Israel no merece poner un pie en suelo israelí. Se trata de un secretario general antiisraelí que presta apoyo a terroristas, violadores y asesinos”, afirmó Katz en un comunicado.
Poco después del ataque, Guterres hizo una declaración en la que condenó “el crecimiento del conflicto en Medio Oriente con una escalada tras otra” y reiteró la necesidad de un alto el fuego, aunque no mencionó directamente a Irán. “Esto tiene que parar. Necesitamos absolutamente un alto el fuego”, expresó.
Katz también acusó a Guterres de no haber denunciado las atrocidades cometidas por Hamás durante el ataque múltiple del 7 de octubre y las “atrocidades sexuales” perpetradas por sus milicianos. Un informe de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos había documentado violaciones graves del derecho internacional por parte de Hamás y otros grupos armados palestinos en esos días.
Además, en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU el 24 de octubre, Guterres condenó el ataque de Hamás que resultó en más de mil muertos y 251 secuestrados, pero indicó que estas acciones no surgieron de la nada, sino que eran consecuencia de décadas de ocupación. Estas declaraciones también provocaron la indignación del gobierno israelí, que ya había declarado a la ONU persona non grata.
En represalia, el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, anunció que el país se negará a expedir visados a los representantes de la ONU. Esta no es la primera vez que Katz toma medidas contra líderes políticos que critican las políticas israelíes; en febrero, el presidente de Brasil, Lula da Silva, también fue declarado persona non grata tras comparar la guerra en Gaza con un genocidio.