A más de dos meses de las elecciones en Italia, los líderes de los partidos Movimiento 5 Estrellas (M5S, por sus siglas en italiano) y Liga del Norte, Luigi di Maio y Matteo Salvini, respectivamente, anunciaron hoy “pasos significativos” en la negociación para formar el nuevo gobierno.
Sin embargo, tras una reunión en la Cámara de Diputados, ambos dirigentes pidieron al presidente Sergio Mattarella un plazo de tres días para concluir la negociación.
“Con el encuentro de hoy se han puesto las bases para escribir un contrato de gobierno entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga, con los puntos programáticos a realizar para el país”, señalaron los dos políticos en una nota conjunta.
“Se trató de un encuentro muy positivo, que ha dejado clara la plena sintonía, primero que nada sobre el método con el que se procede, y que prevé ulteriores encuentros técnicos de aquí al domingo para escribir un programa de gobierno definitivo”, añadió el texto.
Según los medios, ambos líderes habrían aceptado que una tercera figura se convierta en el primer ministro de un gobierno de alianza, mientras que Di Maio sería ministro de Asuntos Exteriores y Salvini del Interior.
Entre los nombres que se mencionaban para encabezar el Ejecutivo estaba el de Giancarlo Giorgetti, de la Liga del Norte y brazo derecho de Salvini.
Ambos partidos, los más votados en las elecciones del 4 de marzo pasado, habían fracasado en abril pasado en la negociación para formar el gobierno.
Sin embargo, la víspera anunciaron sorpresivamente nuevas pláticas y pidieron a Mattarella un plazo de 24 horas, cuando el mandatario ya se aprestaba a anunciar el nombre del primer ministro de un gobierno “neutral” que llevaría al país a nuevas elecciones y, en caso de durar, aprobaría los presupuestos.
La negociación entre Di Maio y Salvini se destrabó luego de que anoche Berlusconi, principal aliado del líder de la Liga dentro de la coalición de derecha, se hizo a un lado y aceptó que su socio negociara con el M5S, que rechaza todo tipo de alianza con el exCavaliere, al que algunos de sus miembros han llamado el “mal absoluto”.
Al parecer, Berlusconi, líder de Forza Italia, accedió a hacerse a un lado ante la posibilidad de convocar a nuevas elecciones en julio próximo, en las que su partido saldría penalizado.
“Hemos pedido al presidente Mattarella dos o tres días para concluir todo, pues de otra manera se regresa a votar”, declaró este jueves el líder de la Liga del Norte.
Salvini confirmó que la seguridad y el combate a la inmigración ilegal serán dos temas fundamentales del programa de gobierno.
Ninguno de los dos políticos se refirió a la salida del euro, pese a que ambos partidos se dijeron favorables a ello antes de las elecciones.
Tampoco explicaron cómo conciliarían sus propuestas, como el hecho de que la la Liga prevé recortar impuestos, mientras el M5S promete una pensión mínima de ciudadanía, lo que implicaría abrir las llaves del gasto público.
La eventualidad de un gobierno de la Liga y del M5S provocó nerviosismo en los mercados, con la prima de riesgo de la deuda que subió este jueves hasta los 140 puntos base, frente a los 132 con los que cerró la víspera.
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