Justin Trudeau anunció su renuncia como primer ministro de Canadá este lunes 6 de enero, en medio de crecientes presiones dentro del Partido Liberal y un notable desplome en su popularidad a menos de un año de las próximas elecciones.
En un mensaje a los medios, Trudeau se describió como un “luchador” pero reconoció que, ante las batallas internas que enfrenta, no es la mejor opción para liderar en el futuro. “Tengo la intención de dimitir como líder del partido y como primer ministro después de que el partido seleccione a su próximo líder mediante un proceso competitivo y riguroso a nivel nacional”, declaró.
Trudeau, quien asumió el poder en 2015, agradeció a los canadienses por su apoyo a lo largo de su mandato, durante el cual enfrentó desafíos significativos, incluyendo la pandemia de COVID-19. Su renuncia se produce en un contexto político complicado, justo cuando Donald Trump regresa a la presidencia de Estados Unidos.
Aunque se prevé una votación nacional en octubre, es posible que se adelante debido a las presiones de los partidos de oposición. Tanto el Partido Conservador como el Bloque Quebequés han manifestado su intención de presentar una moción de censura contra el gobierno de Trudeau, lo que podría desencadenar elecciones anticipadas. El líder del Nuevo Partido Democrático (NPD), Jagmeet Singh, también ha anunciado su intención de apoyar dicha moción en la próxima sesión parlamentaria.
La situación del Partido Liberal se ha vuelto crítica, ya que no cuenta con la mayoría en la Cámara Baja y ha dependido del apoyo del NPD para gobernar desde las elecciones de 2021. La renuncia de Trudeau busca evitar la humillación de ser rechazado por sus propios legisladores en un momento en que su popularidad ha caído drásticamente, afectada por el aumento del costo de la vida, la falta de viviendas asequibles y el deterioro de los servicios públicos.
Las encuestas indican que el Partido Conservador podría ganar las próximas elecciones con más de 20 puntos de ventaja sobre los liberales, que podrían caer al cuarto lugar en el Parlamento. La crisis dentro del Partido Liberal se agravó con la reciente renuncia de Chrystia Freeland, exministra de Finanzas y aliada cercana de Trudeau, quien expresó que ya no contaba con su confianza.
Cerca de una veintena de diputados liberales han solicitado públicamente la dimisión de Trudeau, instando a un nuevo liderazgo que pueda revitalizar al partido antes de las elecciones generales programadas para el próximo año.
