El líder norcoreano Kim Jong Un anunció el final de la moratoria sobre los ensayos nucleares y sobre el test de misiles balísticos intercontinentales y prometió una acción “impactante” contra Estados Unidos, informó este miércoles 1 de enero la agencia estatal norcoreana KCNA.
“No tenemos motivos para continuar ligados unilateralmente a este compromiso”, dijo Kim Jong Un a dignatarios del partido gobernante, citado por KCNA. “El mundo será testigo en un futuro cercano de una nueva arma estratégica que posee Corea del Norte”.
Kim Jong Un declaró en 2018 que Corea del Norte ya no tenía necesidad de tests nucleares y de pruebas de misiles balísticos intercontinentales.
En años anteriores, Corea del Norte llevó a cabo seis pruebas nucleares y lanzó misiles capaces de llegar a todo el territorio continental de Estados Unidos.
El anuncio del miércoles amenaza con echar por tierra los esfuerzos diplomáticos de los dos últimos años. El presidente estadounidense Donald Trump mencionó a menudo que Kim le prometió no efectuar ningún test.
“Firmamos un contrato que habla sobre desnuclearización. Esa fue la frase número uno ‘desnuclearización’, se hizo en Singapur. Creo que es un hombre de palabra”, dijo Trump refiriéndose a la primera cumbre histórica entre los dos dirigentes, en Singapur en 2018.
Pero las negociaciones nucleares entre los dos líderes se han visto estancadas desde el fracaso de la cumbre entre Kim y Trump en Hanói en febrero.
Ante un pleno del comité central de su Partido de los Trabajadores, Kim dejó claro que su país estaba dispuesto a seguir viviendo bajo sanciones internacionales para preservar su capacidad nuclear.
“Comportamiento de bandido”
“Estados Unidos está planteando exigencias contrarias a los intereses fundamentales de nuestro Estado y adopta un comportamiento de bandido”, dijo, citado por el KCNA.
Washington ha “llevado a cabo decenas de ejercicios militares conjuntos (con Corea del Sur) que el presidente (Trump) había prometido personalmente detener”, envió equipos militares al Sur e intensificó las sanciones contra Pyongyang, añadió.
“Nunca venderemos nuestra dignidad”, afirmó, prometiendo “una acción impactante para hacer pagar (a Estados Unidos) el precio del dolor sufrido por nuestro pueblo”.
Al igual que Trump, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo reaccionó con moderación. “Queremos paz, no confrontación”, declaró a la cadena CBS.
“Tenemos la esperanza de que (…) el presidente Kim tomará la decisión correcta y elegirá la paz y la prosperidad en vez del conflicto y la guerra”, dijo asimismo Pompeo a Fox News.
La reunión plenaria del comité central del Partido de los Trabajadores y el anuncio de la agencia oficial de noticias tienen lugar antes del discurso de Año Nuevo de Kim, un momento clave en el calendario político de Corea del Norte.
Será la octava vez que Kim cumpla con una tradición iniciada por su abuelo Kim Il Sung y abandonada por su padre.
Durante meses, Pyongyang ha pedido una reducción de las sanciones internacionales que le impusieron por sus programas de armas nucleares y misiles balísticos, pero el gobierno de Trump estima que Corea del Norte debe realizar más gestos concretos antes de obtener una flexibilización.
“Juego geopolítico peligroso”
Para Harry Kazianis, investigador del Center for the National Interest, un instituto con sede en Washington, “Kim Jong Un juega a un peligroso juego geopolítico”.
“Corea del Norte, por así decirlo, colocó un ICBM (misil balístico intercontinental) en la sien de Donald Trump con la esperanza de obtener las dos concesiones que más quiere: una flexibilización de las sanciones y una garantía de seguridad”, estimó Kazianis.
“Apuesta que la amenaza de una nueva demostración de su capacidad para atacar el territorio estadounidense con un arma nuclear empujará a Estados Unidos a hacer más concesiones”, explicó el investigador.
Parece poco probable que esta estrategia sea eficaz, porque es muy posible que Washington responda con “más sanciones, una mayor presencia en el este de Asia y más amenazas de ‘fuego y furia’ en la cuenta de Twitter de Donald Trump”.
En 2017, en un momento de gran tensión entre Pyongyang y Washington, Trump amenazó con desatar “el fuego y la furia” sobre Corea del Norte.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx