La portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Marta Hurtado, advirtió este viernes en un comunicado que al menos 42 personas murieron y 86 resultaron heridas desde que se desató la última seguidilla de protestas en Haití a partir del 15 de septiembre, en medio de una fuerte crisis social, económica y política.
Asimismo, Hurtado señaló que entre las víctimas fatales había un periodista, y destacó que otros nueve reporteros terminaron heridos en medio de los disturbios. Sobre ello, el ACNUDH repasó que varios cronistas fueron amenazados, y solicitó a todos los actores “abstenerse de atacarlos y respetar la libertad de los medios de comunicación para informar sobre la situación”.
Así las cosas, mientras se agrava el conflicto y continúan las movilizaciones contra el presidente, Jovenel Moise, el mandatario por ahora se mantiene en el cargo. En los últimos días, la tensión creció con los reclamos de la propia Policía, que exigía mejores condiciones laborales y amenazó con dejar las armas. Además, el miércoles cientos de médicos y trabajadores de la salud marcharon por Puerto Príncipe, la capital del país, exigiendo la dimisión del mandatario.
“Uso excesivo de la fuerza contra manifestantes”
Mientras la crisis persiste, la ONU expresó su preocupación porque muchos hatianos no pueden acceder a servicios básicos. Para empezar, destacó que “la mayoría de los niños no ha podido ir a la escuela”. Al mismo tiempo, afirmó que varios ciudadanos presentan “serias dificultades para obtener alimentos, agua potable, medicinas y combustible”, perjudicando el normal desarrollo de la vida cotidiana.
En los establecimientos de sanidad, se registró “escasez de electricidad, combustible, suministros y la incapacidad de muchos médicos para llegar a sus lugares de trabajo”. Hurtado también expresó su preocupación porque muchas sedes judiciales debieron cerrar por motivos de seguridad, y hay una cantidad excesiva de detenidos en forma preventiva. Días atrás, la ONU ya había manifestado su disgusto porque los disturbios afectaban sus tareas de asistencia humanitaria, que se vieron disminuidas.
Por su parte, Aministía Internacional verificó “indicios de uso excesivo de la fuerza contra manifestantes”, y este jueves pidió el cese de la violencia y los abusos de autoridad. Entre los ejemplos mencionados por la organización de derechos humanos, se destaca el disparo a quemarropa por parte de uniformados.
Debido a la fuerte ola de protestas, el país vecino, República Dominicana, desplegó 10.000 militares en cuatro puntos claves de la frontera. Por el momento, no se reportaron situaciones violentas en esa nación caribeña, limítrofe con Haití.
Fuente: https://www.actualidad.rt.com