El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recobró este domingo el control del Parlamento luego del triunfo del chavismo en unas elecciones legislativas boicoteadas por casi toda la oposición y marcadas por un fuerte rechazo internacional.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados obtuvieron el 67.6% de los 5 millones 264 mil 104 votos contabilizados en un primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Tenemos una nueva Asamblea Nacional, hemos tenido una tremenda y gigantesca victoria”, dijo Maduro en la madrugada.
Este triunfo electoral consolida el poder de Maduro, que tiene el control del resto de las instituciones del Estado, así como de las Fuerzas Armadas, sostén de su gobierno.
La UE pide elecciones “creíbles” en Venezuela
La Unión Europea pidió este lunes la celebración en Venezuela de elecciones legislativas y presidenciales “creíbles, inclusivas y transparentes”.
Los Veintisiete se negaron hoy a reconocer el resultado de los comicios de este domingo, al entender que se llevaron a cabo sin “respeto al pluralismo político” y en un contexto de “descalificación y persecución de los líderes de la oposición”, dijeron en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, reiteró el lunes que Washington “seguirá reconociendo” al opositor Juan Guaidó como presidente interino.
“La comunidad internacional no puede permitir que Maduro, que está en el poder de manera ilegítima porque robó las elecciones de 2018, se beneficie de robar una segunda elección”, advirtió Pompeo, que ya había expresado su posición el domingo.
Washington lidera la presión contra Maduro con sanciones económicas a Venezuela, incluido un embargo petrolero vigente desde abril de 2019.
Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica y Panamá desconocieron los comicios dominicales, así como la Organización de Estados Americanos (OEA).
El gobierno británico indicó el lunes que “no reconocerá la legitimidad” de esta nueva Asamblea Nacional surgida de “elecciones profundamente defectuosas”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, reiterando su apoyo a Guaidó.
Alta abstención
En 2015, la oposición rompió 15 años de hegemonía chavista y se hizo con el Parlamento, en unas elecciones con 71% de participación.
La abstención alcanzó el domingo el 69% en unas elecciones a las que estaban convocados más de 20 de los 30 millones de habitantes del país. Muchos centros de votación, donde el uso del tapabocas era obligatorio por la pandemia, estuvieron semivacíos, constató la AFP.
Los principales partidos políticos de oposición, encabezados por Juan Guaidó, habían tildado las legislativas de “fraude” y llamado a la población a quedarse en casa.
“No hubo una elección ayer”, expresó Guaidó en una rueda de prensa el lunes. “Chantajearon a la gente y simplemente la gente no lo aceptó”.
“La respuesta al fraude (…) es actuar en la calle”, clamó Guaidó.
El líder opositor convocó un plebiscito, desde este lunes hasta el sábado, para prolongar el período parlamentario hasta que haya “elecciones libres, verificables y transparentes”.
Será una consulta simbólica, precisamente porque Maduro ejerce el control territorial e institucional.
La oposición ya había boicoteado las votaciones presidenciales de 2018.
La entonces mayoría opositora del Parlamento declaró “usurpador” a Maduro por ganar los comicios de forma fraudulenta, y Guaidó reclamó la presidencia encargada de Venezuela con respaldo de medio centenar de países, Estados Unidos entre ellos.
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