
Gracias a nuevos datos recopilados por el Telescopio Espacial James Webb (JWST), la NASA ha refinado la trayectoria del asteroide 2024 YR4, aumentando la probabilidad de impacto con la Luna del 3.8 % al 4.3 %, tras mejorar en casi un 20 % nuestra comprensión de su posición futura.
Este asteroide, que mide entre 40 y 90 metros (aproximadamente entre 50 y 67 metros según distintas fuentes) de diámetro , fue descubierto el 27 de diciembre de 2024 y en un inicio se estimó que podría representar un riesgo para la Tierra. Sin embargo, los cálculos posteriores redujeron la probabilidad de impacto terrestre a niveles prácticamente nulos. Hoy el riesgo se concentra en una posible colisión con la Luna, prevista tentativamente para el 22 de diciembre de 2032.
¿Qué implicaría un impacto lunar?
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Sin peligro para la Tierra: Un eventual impacto en la Luna no alteraría su órbita ni representa una amenaza para la vida en nuestro planeta .
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Fenómeno científico invaluable: Sería una oportunidad única para observar en tiempo real cómo se forma un cráter lunar, especialmente gracias a los instrumentos orbitales existentes.
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Impacto menor comparado con historia lunar: Aunque el asteroide es grande, y podría crear un cráter de entre 0.5 y 2 km de diámetro liberando 5.2 megatoneladas de energía, la Luna está cubierta de cráteres y su órbita no sufriría cambios.
Seguimiento y próximos pasos
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2028: El asteroide volverá a ser observable con telescopios terrestres y espaciales, lo que ayudará a disminuir la incertidumbre sobre su trayectoria y ajustar las predicciones.
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Importancia para la defensa planetaria: El caso de 2024 YR4 es “paradigmático”, ya que muestra cómo pequeñas correcciones en datos orbitales pueden cambiar el foco del riesgo, de la Tierra a la Luna. Esto fortalece la estrategia global de vigilancia astronómica.










