La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no descarta ningún escenario con Rusia a raíz de su invasión a Ucrania y preparará sus defensas ante riesgos químicos, biológicos y nucleares, un paso que es significativo y que evoca los momentos de mayor tensión desde la Guerra Fría.
Los líderes de la alianza celebrarán hoy en Bélgica una cumbre extraordinaria para mostrar su unidad frente a la guerra iniciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en Ucrania; ver cómo pueden seguir apoyando los aliados a ese país y, además, impulsar un refuerzo militar en el este ante la amenaza de Moscú.
“Mejoraremos nuestra preparación y disposición ante las amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares”, señala el documento de la OTAN que hoy estará en la mesa de la cumbre, donde añadieron que tomarán “nuevas decisiones” en su próxima reunión, que se celebrará en Madrid, a finales de junio.
Vladimir Putin no ha renunciado a apoderarse de toda Ucrania y la guerra podría durar “meses, incluso años”, advirtió Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
“Tenemos que ser realistas. La guerra puede durar mucho tiempo, varios meses, incluso años. Es la razón por la cual tenemos también que estar preparados”, declaró.
Según el último parte del Alto Mando del Ejército ucraniano, los principales esfuerzos militares rusos se centran ahora en preparar una ofensiva para establecer un control total sobre el territorio de la región de Dombás, donde están Donetsk y Lugansk, en el este del país, y Mariúpol, en el sur. Además, instó a los habitantes del este del país a evacuar la región.
Cabe recordar que, al menos, mil 480 civiles ucranianos han muerto y 2 mil 195 han resultado heridos por la invasión rusa, informó la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU.
Ante el creciente número de civiles fallecidos, el papa Francisco condenó la “horrenda crueldad” que golpea a Ucrania, en referencia a la “masacre de Bucha”.
El sumo pontífice desplegó una bandera ucraniana ante los miles de fieles reunidos en la sala Pablo VI. “Esta bandera viene de la guerra, de la ciudad martirizada, Bucha”, dijo Francisco, en presencia de varios niños ucranianos y antes de besar la bandera, visiblemente ennegrecida.
