En el marco del Día Mundial para Terminar con la Impunidad, el Instituto Internacional de Prensa (IPI) ha emitido una preocupante denuncia sobre la falta de compromiso de los Estados en proteger a los periodistas y poner fin a la impunidad que rodea los ataques contra ellos.
Según datos proporcionados por la Unesco y respaldados por el IPI, en los últimos 30 años, 1,600 periodistas han sido asesinados, y sorprendentemente, solo el 10% de los responsables ha sido llevado ante la justicia. Esta escalofriante estadística revela una alarmante incapacidad de los Estados para cumplir con sus obligaciones de garantizar la investigación y persecución de los delitos contra los periodistas.
El IPI ha hecho hincapié en que los índices de impunidad siguen siendo inaceptablemente altos, al tiempo que los ataques, la violencia y las amenazas contra la prensa continúan en aumento. La organización, con sede en Viena, ha urgido a los Estados a cumplir de manera urgente sus compromisos y obligaciones de proteger la seguridad de los periodistas, incluso en zonas de conflicto.
El año 2022 registró un aumento del 50% en los asesinatos de periodistas, con 86 casos en total, y alarmantemente, la mitad de estos ocurrieron cuando los periodistas estaban en su tiempo libre. Si bien todas las regiones del mundo se vieron afectadas, América Latina y el Caribe se destacaron como las más peligrosas para los periodistas, con 44 asesinatos. En este contexto, México, Ucrania y Haití se destacaron como los países más mortíferos, con 19, 10 y 9 asesinatos, respectivamente.
Hace un año, los representantes de Estados miembros de la ONU se comprometieron en Viena a proteger la seguridad de los periodistas y a poner fin a la impunidad, con motivo del 10º aniversario del Plan de Acción de la ONU sobre la seguridad de los informadores. Sin embargo, el IPI ha denunciado que un año después, estos compromisos no han producido ninguna acción o cambio demostrable, mientras que la situación de tantos periodistas en todo el mundo se ha vuelto aún más grave. La comunidad internacional enfrenta un reto urgente en la protección de la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas.
