Lima, Perú.– La justicia peruana impuso una pena de 11 años y 5 meses de prisión al ex Presidente Pedro Castillo, al encontrarlo culpable de rebelión, abuso de autoridad y perturbación del orden público, delitos vinculados a su fallido intento de cerrar el Congreso en 2022. La sentencia marca un nuevo capítulo en la crisis política que ha sacudido al país en los últimos años.
Castillo, un maestro rural y dirigente sindical que sorprendió al ganar la Presidencia en 2021, llegó al poder como el primer mandatario sin vínculos con la élite peruana y con la promesa de reformas profundas en una nación donde un tercio de la población vive en condiciones de pobreza. Sin embargo, su administración se hundió en medio de constantes acusaciones de corrupción y un enfrentamiento frontal con el Parlamento.
El juicio, que se extendió por ocho meses, incluyó a otros siete acusados, entre ellos la ex Primera Ministra Betssy Chávez, quien permanece asilada desde el 3 de noviembre en la Embajada de México en Lima. La resolución judicial pone fin a un proceso marcado por testimonios, documentos y debates sobre la legitimidad de las acciones de Castillo en sus últimos días como Presidente.
La condena se da apenas un día después de que el también ex Mandatario Martín Vizcarra fuera enviado a prisión preventiva por presuntos sobornos durante su gestión como gobernador. Con ello, Perú suma otro ex jefe de Estado tras las rejas, evidencia de la inestabilidad política que ha caracterizado al país durante la última década.
