Tamaulipas, México. Las grandes petroleras estadounidenses mantienen sus inversiones en “modo espera” en México y han condicionado nuevos proyectos a que la revisión y renegociación del T-MEC, prevista para 2026, concluya con certidumbre y reglas claras, advirtió Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico.
Rubin explicó que, si bien algunas compañías continúan reinvirtiendo en proyectos que ya están en marcha, la mayoría ha pausado sus planes de entrada o expansión en territorio mexicano hasta conocer el resultado de la renegociación trilateral.
“Hoy sí hay unas cuantas invirtiendo, pero la realidad es que la mayoría está esperando la renegociación del T-MEC para entrar a México”, afirmó en entrevista durante el Congreso Internacional de Energía de Tamaulipas 2025.
La semana pasada, Rubin sostuvo reuniones en Houston con directivos del sector energético, quienes reconocen el potencial del país, pero también muestran cautela ante la falta de garantías de largo plazo en materia regulatoria y jurídica.
Inversiones que dependen del resultado del tratado
De acuerdo con Rubin, las petroleras planean en horizontes de varios años, por lo que no tomarán decisiones de gran escala mientras persista la incertidumbre. Si la revisión del tratado avanza con éxito, dijo, México podría experimentar un “salto” de inversión en la segunda mitad del próximo año.
La American Society estima que el país podría crecer alrededor de 1% este año, pero alcanzar tasas de 2.3% o 2.4% en 2026 si se despejan las dudas sobre el T-MEC y se reactivan los proyectos actualmente detenidos.
Rubin recalcó que el sector energético requiere capitales multimillonarios que el Gobierno federal no puede cubrir por sí solo.
“Los proyectos energéticos requieren miles de millones de dólares, y ahí es donde se necesita al inversionista extranjero”, subrayó.
Inquietudes empresariales: Estado de derecho y reglas del juego
El representante estadounidense reconoció que el entorno mexicano ha cambiado desde la negociación original del tratado. La desaparición de órganos autónomos y la reforma judicial han encendido alertas sobre el estado de derecho y los mecanismos de solución de controversias.
Aun así, se mostró optimista respecto al proceso de renegociación y aseguró que el Gobierno de Claudia Sheinbaum, junto con funcionarios clave, puede reconstruir puentes de confianza.
Texas, la pieza estratégica en la relación trilateral
Rubin destacó el peso económico de Texas, que concentra aproximadamente un tercio del comercio total del T-MEC. Esto vuelve crucial la relación con estados fronterizos como Tamaulipas y Nuevo León, especialmente para proyectos de infraestructura energética.
En el caso de Tamaulipas, señaló que la Cuenca de Burgos tiene un potencial considerable para atraer inversión en gas natural, particularmente si se permiten esquemas mixtos que integren tecnología para la explotación de recursos no convencionales.
El mensaje empresarial es claro: la región ofrece grandes oportunidades, pero el capital estadounidense solo llegará cuando el país garantice certeza jurídica, reglas previsibles y un entorno competitivo frente a otros destinos globales.
