¿Por qué es inquietante la nueva variante Ómicron?

Estos días ha vuelto la inquietud con el coronavirus. El primer motivo fue la ola de contagios que se levantó en Europa, pero el principal ha sido otro: la detección en Sudáfrica de una variante potencialmente peligrosa. Esta es mi lista de claves sobre la ómicron, con lo que sabemos y lo que no.

1. Sabemos que sabemos poco. Empiezo con esta advertencia: la variante se ha detectado pronto, y eso es fantástico, pero significa que andamos sobre suelo resbaladizo. El ECDC (Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades) lo subrayó el jueves, hay grandes incertidumbres sobre su “transmisibilidad, severidad y capacidad para escapar a la protección inmune”.

2. El genoma de la ómicron exhibe una constelación de mutaciones preocupantes. Tiene muchos cambios en la espícula, la llave del virus para abrir la cerradura de la célula humana. Algunas mutaciones se asocian con más transmisibilidad. Otras sugieren que la variante podría escapar parcialmente de las defensas humanas, tanto las naturales como las generadas por las vacunas.

3. La variante se extiende deprisa en Sudáfrica. Los últimos datos de Our World in Data dicen que los contagios se doblan cada tres o cuatro días; se dispara el porcentaje de positivos; y suben también los ingresos en los hospitales.

Es preocupante la comparación con la ola anterior en Sudáfrica. Tanto los casos como los ingresos suben más deprisa ahora, aunque la vacunación ha pasado del 1% al 24%. Además, el repunte no parece algo azaroso: los casos se han disparado en casi todas las provincias sudafricanas.

4. La primera gran incógnita: ¿la variante es más contagiosa o más hábil evadiendo nuestras defensas? Los datos de Sudáfrica indican que se extiende fácilmente, pero eso puede explicarse de dos maneras, como dice el epidemiólogo Adam Kucharski: “Porque es inherentemente más transmisible, y/o porque reinfecta más fácilmente”.

  • Una opción es que la ómicron sea más transmisible que la delta, igual que la delta lo era más que sus antecesoras (el Ro de la delta es doble: un infectado haciendo vida normal, en un país sin inmunes, infectaba de media a seis personas en lugar de tres).
  • La alternativa es que la ómicron sea hábil infectando a gente inmunizada. Esa sería su ventaja: estaría infectando gente a la que la delta no es capaz de infectar. La delta sería más transmisible si no hubiese nadie inmune, pero ahora avanza mermada porque encuentra menos susceptibles (En Sudáfrica está vacunado el 24% de la gente y se cree que un 80% pudo pasar la enfermedad, I, II).

Estas dos opciones no son excluyentes. Lo ilustra este esquema de Trevor Bedford, científico del centro Fred Hutch. La línea negra representa lo rápido que se está expandiendo la ómicron, y cada punto de esa línea es una posible explicación. En un extremo, la ómicron es menos transmisible que la delta, pero muy hábil escapando a la inmunidad de la población. En el otro, la ómicron es poco escapista, pero más transmisible que la delta.

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