Próximos 10 años, vitales para salvar el planeta: ONU

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que los próximos 10 años representan la última oportunidad para salvar al planeta de la catástrofe climática, la contaminación y la destrucción de especies.

“El planeta está llegando rápidamente a extremos irreversibles. Afrontamos una triple emergencia ambiental, a saber: la pérdida de la biodiversidad, la alteración climática y el aumento de la contaminación”, subrayó António Guterres en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.

La organización señaló el 5 de junio, fecha en la que se celebra esa efeméride, como el inicio de un “Decenio de Acción”, con el que pretende impulsar medidas para restaurar los ecosistemas desde ahora hasta 2030.

“La ciencia nos dice que los próximos 10 años son nuestra última oportunidad para evitar una catástrofe climática, revertir la mortífera marea de contaminación y poner fin a la pérdida de especies”, apuntó el diplomático portugués.

Según el jefe de Naciones Unidas, “la humanidad lleva demasiado tiempo talando los bosques del planeta, contaminando sus ríos y océanos y arando sus pastizales hasta hacer que caigan en el olvido”.

Guterres recordó que la degradación del medio ambiente ya está socavando el bienestar de 40% de la población mundial, pero dejó en claro que todavía hay tiempo para “revertir los daños que hemos causado”.

En ese sentido, destacó que el “Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas” supone un llamado mundial a la acción y reunirá el apoyo político, las investigaciones científicas y una potencia financiera para ampliar drásticamente la escala de la restauración.

“La tarea es colosal. Tenemos que replantar y proteger nuestros bosques, limpiar nuestros ríos y mares y hacer más verdes nuestras ciudades”, señaló.

“Con ello no sólo se protegerán los recursos del planeta, sino que también se crearán millones de empleos de aquí a 2030, se generarán unos ingresos anuales de más de siete billones de dólares y se contribuirá a eliminar la pobreza y el hambre”, añadió.

CLAVES

Siete “puntos de retorno” por la Tierra

Deshielo de los polos, temperaturas récord, desaparición de bosques y arrecifes. Cada día se conocen señales de no retorno lo suficientemente graves para ensombrecer la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente. Sin embargo, hay esperanza de restablecer el equilibro del planeta y está en los puntos de inflexión social.

La acción frente a los problemas medioambientales se ha retrasado tanto que en este momento sólo un giro rápido y radical en dirección positiva podría cambiar el ritmo de las cosas.

Y aunque las posibilidades reales de que se produzca un vuelco repentino y coordinado pudieran parecer escasas, los científicos coinciden en que los grandes cambios sociales no son lineales.

De ahí el poder transformador de los puntos de inflexión social, entendiendo como tales aquellas “ventanas de oportunidad donde pequeños cambios sociales o de actitudes tendrían un efecto multiplicador capaz de precipitar un cambio a gran escala en dirección positiva para el medio ambiente”.

Así lo explicó, Nerea Morán, arquitecta, miembro de la organización Germinando y coautora de una de las investigaciones más sólidas sobre esta materia, publicada en la Academia Nacional de Ciencias Americana (PNAS, por sus siglas en inglés).

Estos cambios expandirían, del mismo modo que una mancha de aceite, una acción transformadora que permita salir de los procesos lineales de deterioro ambiental y nos conduzca, de manera irreversible, a un nuevo estado estable para el planeta, señaló Roger Cremades, científico en la Universidad de Wageningen (Holanda), y coautor del citado estudio.

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Según los científicos, estas son las siete grandes áreas con potencial de producir vuelcos para salvar el planeta:

Energía. Uno de los cambios con gran potencial de tener un “efecto mariposa” consistiría que en un número significativo de gobiernos pusiera fin a todo tipo de ayudas a los combustibles fósiles e incentivara de forma masiva el autoconsumo energético con renovables. Richard Hewitt, coordinador de investigación del Observatorio Cultura y Territorio y experto en puntos de inflexión social, aseguró que “esta podría ser una de las transformaciones más significativas que veamos, puesto que las renovables son ya más baratas que las energías fósiles”.

Ciudades. Los usos residenciales suponen 20% de las emisiones globales, una cifra al alza debido a la cada vez mayor concentración de gente en las urbes. El punto de inflexión se producirá el día en el que las tecnologías libres de combustibles fósiles se conviertan en la primera opción para nuevos proyectos de construcción, y las opciones de movilidad bajas en emisiones superen a las contaminantes.

Desinversión. El sistema financiero puede ser otra de las palancas fundamentales para dar un vuelco en lo ambiental. Para actuar como tal debe percibir el riesgo de que los activos relacionados con los combustibles fósiles o que implican contaminar el planeta pueden perder valor. Los fondos de pensiones y las compañías aseguradoras ya han comenzado a desinvertir, a diferentes velocidades dependiendo del país y de la fuente fósil, señala Roger Cremades. Las inversiones en carbón se han ralentizado o abandonado prácticamente en todo el mundo mientras que las de gas aún se han visto poco afectadas.

“Contagio”. Los científicos advierten de que una minoría comprometida lo suficientemente grande, de aproximadamente 25% de un grupo, puede desencadenar grandes cambios en el otro 75% por un efecto de contagio social. Este fenómeno, bien explicado por el economista Robert Frank en su libro Under the Influence, explica por qué cuando alguien instala paneles solares en casa o se compra un coche menos contaminante hay más gente a su alrededor que sigue sus pasos. “Lo hemos visto también con las huelgas climáticas de escolares de Fridays For Future en todo el mundo o con las protestas de Extinction Rebellion. En los movimientos sociales hay una gran esperanza de lograr cambios en cascada”, subraya Nerea Moran.

Educación. La introducción de manera generalizada de los impactos ambientales en el currículo escolar hace una década, acompañados de estrategias de aprendizaje menos rígidas y más en contacto con la naturaleza han tenido un impacto visible en los millones de jóvenes que han protestado en todo el mundo por el planeta que van a heredar.

Alimentación. Un giro hacia un mayor consumo de proteína vegetal en detrimento de la animal, así como hacia alimentos ecológicos y de proximidad para fomentar economías más localizadas y circulares, sería otro punto de inflexión fundamental. Francia cuenta ya con una ley pionera en ese sentido (La ley para la Agricultura y la Alimentación o Ley Egalim) que promueve una dieta más respetuosa con el planeta e incluye medidas estrictas contra el desperdicio alimentario.

Información. ¿Qué ocurriría si los consumidores tuvieran información acerca de las emisiones que ha generado un alimento o utensilio en su etiquetado? Los investigadores han constatado que a más información sobre la huella ecológica de la bolsa de la compra, más respetuosa es ésta con el planeta.

Fuente: https://www.informador.mx

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