El senador republicano Rand Paul expresó su firme oposición a la idea de utilizar al Ejército para llevar a cabo deportaciones masivas de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos. Esta declaración se produce tras los comentarios del Presidente electo Donald Trump, quien sugirió la implementación de esta medida la semana pasada.
En una entrevista en el programa “Face the Nation” de CBS, Paul afirmó: “No se hace con el Ejército porque es ilegal”. El senador subrayó que la imagen de “10 mil soldados marchando portando armas semiautomáticas” en ciudades como Nueva York sería “terrible”, y dejó claro que se opondrá a tal acción.
Paul recordó que existe una ley estadounidense del siglo XIX que prohíbe el uso de tropas federales para hacer cumplir la ley en el país, a menos que el Congreso lo autorice. Aunque el senador apoya la deportación de individuos con antecedentes penales, argumentó que las fuerzas policiales están mejor capacitadas para manejar estas situaciones y respetar la Cuarta Enmienda de la Constitución, que protege contra registros e incautaciones irrazonables.
El senador también mencionó la “desconfianza” que muchos estadounidenses sienten al ver al Ejército en las calles, lo que podría generar un clima de tensión y preocupación en la sociedad.
Cuando se le preguntó si su oposición al uso del Ejército afectaría su voto en el Senado para confirmar a la Gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, como directora del Departamento de Seguridad Nacional, Paul respondió: “No apoyaré y no votaré a favor de usar el Ejército en nuestras ciudades”.
Hasta el momento, el equipo de transición de Trump no ha emitido comentarios sobre las declaraciones de Paul ni sobre su propuesta de deportaciones.
La postura de Paul añade un matiz interesante al debate sobre la política migratoria en Estados Unidos, en un contexto donde el uso de la fuerza militar en asuntos civiles se discute cada vez más.
