En medio de una ola de calor que se extiende por México, China, India y diversas partes del hemisferio norte, el servicio europeo Copernicus ha informado que la temperatura media mundial al comienzo del mes de junio ha alcanzado un récord sin precedentes. Según el comunicado emitido este jueves, el inicio de junio ha sido el más cálido jamás registrado, superando incluso al mes de mayo que estuvo a solo 0.1°C del récord histórico.
Samantha Burgess, directora adjunta del servicio europeo Copernicus sobre el cambio climático (C3S), destacó la magnitud de este hito al afirmar que la temperatura media del aire en la superficie del planeta al inicio de junio fue la más alta jamás registrada, y lo fue por un margen considerable. Estos datos alarmantes llegan en un momento en que se ha detectado la presencia del fenómeno meteorológico de ‘El Niño’, el cual se asocia habitualmente con un aumento de la temperatura promedio global. Además, durante el mes de mayo, la superficie oceánica también estableció su propio récord de temperatura histórica.
Copernicus subraya que, a principios de junio, la temperatura media del planeta ha superado en 1.5º C el promedio de la época preindustrial. Esta cifra es especialmente significativa, ya que fue establecida como el límite deseable por la comunidad internacional en la Conferencia de París de 2015, donde se firmó un acuerdo histórico para combatir el cambio climático.
Según el acuerdo, los países se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media por debajo de los 2º C, y preferiblemente limitarlo a 1.5º C. Sin embargo, los datos actuales muestran que la situación está lejos de estar bajo control y que se requieren medidas urgentes para frenar el calentamiento global.
El récord de temperatura en el inicio de junio resalta la necesidad de intensificar los esfuerzos internacionales para mitigar el cambio climático y promover acciones sostenibles en todos los sectores. La protección del medio ambiente y la adopción de políticas ecológicas se vuelven cada vez más apremiantes a medida que el planeta enfrenta las consecuencias de un clima en constante deterioro.
