El primer ministro Boris Johnson dijo este lunes que Gran Bretaña se encontraba en “una carrera contra el tiempo” para poner las vacunas para el Covid-19, ya que las muertes alcanzan récords y los hospitales se están quedando sin oxígeno, y su principal asesor médico dijo que las peores semanas están por venir.
Una nueva variante de la enfermedad, más transmisible, se esparciendo entre la población y, en algunas partes de Londres, una de cada 20 personas en está ahora infectada, amenazando con abrumar al servicio de salud con hospitales sobrecargados de pacientes.
Las muertes en el Reino Unido se han acelerado y ahora superan las 81,000, la quinta cifra más alta del mundo, y más de 3 millones de personas han dado positivo en las pruebas.
En un intento por superar la pandemia y tratar de restablecer cierto grado de normalidad para la primavera, Gran Bretaña está apurando su programa de vacunación, con inyecciones que se ofrecerán a unos 15 millones de personas hasta mediados del próximo mes.
“Es una carrera contra el tiempo, porque todos podemos ver la amenaza a la que se enfrenta nuestro NHS (servicio de salud pública del país), la presión bajo la que se encuentra, la demanda en las unidades de cuidados intensivos, la presión sobre las camas ventiladas e incluso la escasez de oxígeno en algunos lugares”, sostuvo Johnson.
Este es un momento muy peligroso. Lo peor para nosotros ahora es permitir que el éxito en la introducción del programa de vacunación genere algún tipo de complacencia sobre el estado de la pandemia”.
El principal consejero médico del gobierno, Chris Whitty, había advertido antes que la situación se iba a deteriorar.
“Las próximas semanas van a ser las peores de esta pandemia en términos de cifras en el NHS (Servicio Nacional de Salud)”, dijo a la BBC TV.
Cualquiera que no se sorprenda por la cantidad de personas en el hospital que están gravemente enfermas en este momento y que están muriendo por esta pandemia, creo que no ha entendido esto en absoluto. Esta es una situación terrible”, dijo a la BBC TV.
Durante el pico del primer brote en abril, unas 18,000 personas estaban en el hospital, pero ahora hay 30,000, dijo Whitty, describiéndolo como “el momento más peligroso que hemos tenido en términos de números”.
Johnson dijo que aproximadamente el 40% de las personas de más de 80 años en el país ya habían sido vacunadas, así como el 23% de los ancianos en residencias.
Cuando se le preguntó si endurecería las reglas de confinamiento, dijo que la gente tenía que seguir las reglas. Si la gente no las cumple, es posible que sea necesario revisarlas, según Johnson. “Si hay que ajustarlas, lo haremos”, remarcó.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx
