El número de personas infectadas de covid-19 en el Reino Unido alcanzó otro récord, según estimaciones publicadas el viernes, día en que el gobierno puso fin a los test gratuitos como parte de su estrategia frente a la pandemia.
Basándose en una muestra representativa de la población, la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) calcula que 4,9 millones de personas estaban infectadas con el coronavirus la semana pasada, frente a los 4,3 millones de la primera semana del año, récord anterior en un país de 67 millones de habitantes.
Hubo unas 700 mil personas más contagiadas que la semana anterior, según este estudio, considerado más fiable que las estadísticas diarias, que dependen de que la gente esté dispuesta a hacerse las pruebas y a comunicar los resultados a las autoridades.
La ONS estima que una de cada 13 personas en Inglaterra tenía el virus. La proporción se eleva a 1 de cada 12 en Escocia, 1 de cada 14 en Gales y de 1 de cada 15 en Irlanda del Norte.
Los ingresos hospitalarios también han aumentado en comparación con la semana anterior, sobre todo entre los mayores de 45 años.
La ola actual se atribuye a la subvariante BA.2 del ómicron, mucho más contagiosa que la precedente.
El Reino Unido figura entre los países europeos que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) levantaron sus restricciones contra la propagación del virus de forma “demasiado brusca”.
Pero a diferencia de las anteriores olas, las autoridades no toman medidas y el brote se desarrolla en una relativa indiferencia pública, dado que la guerra de Ucrania y la disparada de los precios dominan la actualidad.
Desde el viernes, salvo algunas excepciones, los británicos deben pagar por los test de diagnóstico, que antes se podían obtener gratuitamente en las farmacias o los servicios de salud.
El Reino Unido, uno de los países más castigados por el covid-19, registró más de 165.300 muertes confirmadas desde el inicio de la pandemia hace dos años.