La interrupción de los ensayos para la vacuna contra el COVID-19 por parte del gigante farmacéutico AstraZeneca es una muestra de que el camino hacia una solución frente a la pandemia “no será directo y rápido”, subrayó hoy la jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La científica en jefe del organismo con sede en Ginebra, la india Soumya Swaminathan, declaró en rueda de prensa que la paralización de ensayos en AstraZeneca al encontrarse efectos secundarios adversos en un paciente “es un procedimiento normal de seguridad” y “un recordatorio de que la investigación clínica tiene altibajos”.
La experta señaló que en este caso los efectos secundarios han revestido cierta gravedad, por lo que se ha seguido la habitual medida de someter las pruebas al escrutinio de la directiva de AstraZeneca, que conducía estos tests con el apoyo de la británica Universidad de Oxford
Swaminathan pidió en todo caso que la noticia “no cause desánimo, pues este tipo de cosas ocurren y ahora hay que esperar la decisión de la directiva sobre qué pasos se darán en los ensayos”.
También señaló que desde la OMS se promociona que la investigación de ésta y otras vacunas se desarrolle al mismo tiempo en distintos laboratorios de todo el mundo, “pues cuantas más candidatas haya más oportunidades tendremos de encontrar una segura y eficaz”.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó en la misma rueda de prensa que unos 190 laboratorios e instituciones en todo el mundo investigan posibles vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2 causante del COVID-19, y que 35 de ellas se encuentran en fase de ensayos clínicos en humanos.
Estos ensayos “requieren decenas de miles de personas y como mínimo seis meses para que se compruebe su eficacia y seguridad”, explicó Swaminathan, por lo que, dado que las primeras pruebas en humanos comenzaron en julio, habrá que esperar al menos hasta fines de 2020 o principios de 2021 para tener resultados fiables, aseguró.
La jefa de científicos señaló que las primeras fases de prueba, en las que los grupos donde se prueba la vacuna no sobrepasan los cientos o miles de personas, dieron “resultados prometedores y sin grandes problemas de seguridad” en distintos laboratorios de investigación.
El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, agregó que la búsqueda de una vacuna “no debe ser una carrera entre compañías o entre países, sino contra el virus, una carrera para salvar vidas”.
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