El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha anunciado hoy su decisión de abandonar las primarias para la nominación presidencial republicana, respaldando abiertamente la candidatura del exmandatario Donald Trump (2017-2021). Con esta retirada, la contienda interna del Partido Republicano queda reducida a dos destacados candidatos: el expresidente Trump y la exembajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
En un video difundido a través de redes sociales, DeSantis explicó las razones detrás de su retirada, declarando: “No tenemos un camino claro para la victoria. Por eso, hoy suspendo mi campaña”. El gobernador, en funciones desde 2019 y representante del ala dura del partido, expresó su respaldo a Trump, a pesar de reconocer “desacuerdos” previos. DeSantis argumentó que el exmandatario es una opción superior al actual presidente, Joe Biden, y destacó que la mayoría de los votantes republicanos desean darle una nueva oportunidad a Trump.
El gobernador también arremetió contra Nikki Haley, considerándola representante del “corporativismo” y las concesiones a la ideología ‘woke’ (progresista). Haley se presenta como una alternativa a Trump y ha centrado sus esfuerzos en la campaña de Nuevo Hampshire, buscando recortar distancias en las encuestas.
Ron DeSantis, quien lanzó su candidatura en marzo del año pasado, obtuvo el segundo puesto en los caucus de Iowa el pasado 15 de enero, quedando detrás de Trump y superando a Haley. Sin embargo, las encuestas actuales lo sitúan en el tercer lugar, muy por detrás de sus dos rivales, en las inminentes primarias clave de Nuevo Hampshire.
Con esta sorpresiva retirada de DeSantis, el escenario político republicano experimenta un cambio significativo, consolidando la contienda entre Trump y Haley como los principales contendientes en la carrera presidencial interna del partido.
