Rondas de misiles rusos se abatieron ayer domingo sobre una base de instrucción militar ucraniana cerca de la frontera con Polonia y murieron 35 personas. La instalación es un centro crucial para la cooperación entre Ucrania y los países de la OTAN que apoyan a Kiev ante el asalto de Moscú.
Fuerzas rusas lanzaron más de 30 misiles de crucero contra el amplio recinto, situado menos de 25 kilómetros de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN.
Polonia también es una ruta de tránsito para la ayuda militar occidental a Ucrania, y los ataques siguieron a las amenazas de Moscú de ir contra esos envíos. Un ataque tan cerca de la frontera estuvo cargado de simbolismo en un conflicto que ha revivido las viejas rivalidades de la Guerra Fría que dieron origen a la OTAN.
A pesar de contar con una mayor fuerza militar, Rusia ha batallado para avanzar en Ucrania debido a una resistencia más dura de lo esperado, reforzada por el apoyo armamentístico occidental. Las fuerzas rusas han sitiado varias ciudades y las han bombardeado, atacando incluso decenas de instalaciones médicas.
El campo de instrucción en Yávoriv, en Leópolis, parecía ser el objetivo más occidental atacado hasta el momento. La base militar, también conocida como Centro Internacional de Seguridad y Fuerzas de Paz, se utilizaba para entrenar a personal militar ucraniano, a menudo con instructores estadounidenses y de otros países occidentales.