Las fuerzas rusas bombardearon un centro comercial en Kiev y, por primera vez en 26 días de guerra, viviendas en Odesa, dos puntos estratégicos en el mapa de la ofensiva para hacerse completamente de la estratégica Mariupol, ciudad portuaria a la que Moscú intentó obligar a rendirse, sin éxito, tras más de dos semanas de asedio.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov, afirmó que el centro comercial servía de depósito para lanzacohetes y munición, y estaba inoperativo, por lo que fue destruido por armas de largo alcance de alta precisión.
El control de la costa ucraniana es esencial para Rusia en su objetivo de establecer un corredor terrestre desde el Donbás a la anexionada península de Crimea, pasando por Mariupol (mar de Azov).
El buque de desembarco Orsk, de la Flota del Mar Negro de la Armada rusa, atracó en el puerto de Berdiansk, controlado por Rusia y a sólo 77 kilómetros de Mariupol. Llegó con una carga de equipamiento bélico para reforzar la agrupación militar rusa.
Además, por primera vez en lo que va de la guerra, la estratégica ciudad portuaria de Odesa —de 990 mil habitantes— sufrió bombardeos contra edificios residenciales con la artillería de naves rusas, señaló la alcaldía.
“Son edificios residenciales donde viven civiles. Que lo sepan los rusos enajenados, a quienes los dirigentes de su país les dicen que aquí no pasa nada de esto”, dijo el alcalde Gennady Trukhanov. “No dejaremos Odesa y lucharemos por nuestra ciudad”.
Hasta ahora la región de Odesa había sufrido ataques con misiles de barcos rusos cerca de Tuzla, al oeste de la ciudad asediada, y daños en infraestructura crítica, pero no en viviendas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, rechazó los ultimátums planteados por Rusia. “Ucrania no puede aceptar ningún ultimátum de Rusia. En primer lugar, habrá que destruirnos a todos, únicamente entonces se respetarán sus ultimátums”, declaró Zelensky al portal de información Suspilne.
Rusia quiere que se rindan las ciudades de Kharkiv (noreste), Mariupol (sureste) o Kiev, la capital, algo que el jefe del Estado ucraniano rechazó. A la vez, se mostró dispuesto a someter a discusión el compromiso de que Ucrania no aspire a ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a cambio de un cese el fuego. Cualquier compromiso que se alcance en las negociaciones con Rusia, dijo, deberá ser sometido a un referéndum en Ucrania. En paralelo, Ucrania llamó a China a “desempeñar un papel importante” para poner fin al conflicto.