Cara a cara, el asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, Jake Sullivan, advirtió a un alto funcionario chino sobre un eventual apoyo de China a Rusia en la invasión de Ucrania, incluso cuando el Kremlin negó los informes de que había solicitado equipo militar chino para usar en la guerra.
En una rueda de prensa en Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió con un rotundo “no” sobre la información que indicaba que Rusia había pedido asistencia militar a China. El gobierno chino también lo desmintió.
“Es completamente falso, es pura desinformación. China ha expuesto su posición sobre la crisis en Ucrania de forma clara y consistente. Jugamos un papel constructivo y evaluamos la situación de manera imparcial e independiente”, dijo el portavoz de Exteriores, Zhao Lijian.
El asesor estadounidense Jake Sullivan y el asesor principal de Política Exterior de China, Yang Jiechi, se reunieron en Roma, y la administración Biden está cada vez más preocupada de que China esté utilizando la guerra para promover el interés a largo plazo de Pekín en su competencia con Estados Unidos.
Sullivan buscaba claridad sobre la postura del gobierno de Xi Jinping y advertía nuevamente a los chinos que la asistencia a Rusia, incluida la ayuda para evitar las sanciones impuestas, sería costosa para ellos.
“El asesor de seguridad nacional y nuestra delegación plantearon directa y claramente nuestras preocupaciones sobre el apoyo de la República Popular China a Rusia tras la invasión a Ucrania, y las implicaciones que dicho apoyo tendría para la relación de la República Popular China no sólo con nosotros, sino también para sus relaciones en todo el mundo”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El portavoz recalcó que Washington “está vigilando muy de cerca si China o cualquier otro país ofrece cualquier tipo de respaldo, sea material, económico o financiero, para apoyar a Rusia. No nos quedaremos quietos si cualquier país compensa a Rusia”, agregó Price.
Reconoció la gran influencia que tiene China sobre Rusia, debido a su “especial” relación. Por eso, subrayó que Pekín “puede hacer más que ningún otro país” para poner fin a la “violencia sin sentido”.