Desde hace tres semanas, el sarampión se expande en Caracas, pero el Ministerio de Salud no ha admitido de manera pública, que la enfermedad haya llegado a la ciudad por lo que sólo se está concentrando en aplicar las vacunas en la parroquia Sucre en Municipio Libertador del Distrito Capital de Venezuela.
De acuerdo con el diario venezolano El Nacional, La única información oficial sobre el problema epidemiológico que no se veía en el país desde 2002, data del 6 de enero cuando el ministro Luis López anunció en su cuenta de Twitter.
Atención directa en la parroquia Sucre, Distrito Capital para vacunación contra el sarampión y la difteria. El Gobierno Bolivariano da respuesta inmediata en materia de Salud @NicolasMaduro#AConstruirElPlanDeLaPatriapic.twitter.com/Lskl6B1Kkz
— Luis López (@LuisLopezPSUV) 6 de enero de 2018
A pesar de que López aseguró que se iniciaría un despliegue casa a casa con una jornada de vacunación para 10.000 niños y 10.000 adultos en la parroquia Sucre de Caracas, El Nacional asegura que no ha sido así pues lo que en realidad está sucediendo es que las dosis son llevadas de un distrito sanitario a otro debido a la escasez del medicamento.
“En un recorrido por los distritos sanitarios se constató que no hay vacunas en el Distrito Sanitario 3, ubicado en la avenida San Martín, porque todas sus dosis se trasladaron a Catia”, señala el periódico, que además explica que la Red Defendamos la Epidemiología cuestiona que el cerco epidemiológico se esté haciendo solo en Catia y no en todo el área metropolitana de Caracas para detener la expansión de la epidemia.
De acuerdo con el medio digital Efecto Cocuyo, ya se han confirmado tres casos de sarampión provenientes de Catia, dos de ellos fueron hospitalizados, ambos menores de edad de tan sólo cuatro años y cinco meses. Sin embargo, explica que ambos han sido dados de alta el pasado miércoles.
“Los doctores ven con preocupación que la enfermedad vuelva a abrirse paso en medio de la crisis sanitaria. ‘Este brote en Catia demuestra dos cosas: que hay un déficit de vacunas y que los padres no están llevando a sus hijos a un control médico‘”, indicó a Efecto Cocuyo un infectólogo y pediatra quien prefirió no revelar su identidad por temor a represalias.
Fuente: http://aristeguinoticias.com