En medio de la conmemoración del segundo aniversario del conflicto en Ucrania, la situación se torna cada vez más desafiante para Kiev. A pesar de una destacada contraofensiva el pasado junio, las fuerzas rusas han logrado avances significativos en la región del Donbás durante la campaña invernal, culminando con la retirada de la estratégica Avdivka por parte de Ucrania.
A pesar de las dificultades en el frente, Ucrania celebra éxitos en la retaguardia, especialmente en el debilitamiento de la Armada rusa mediante el uso de misiles y drones de fabricación propia. Sin embargo, el traumático relevo del jefe del Ejército y la incertidumbre sobre la asistencia militar de EE. UU. generan preocupaciones sobre el futuro de la defensa ucraniana.
La ayuda militar crucialmente necesaria, incluyendo sistemas de defensa antiaérea y cazas F-16, está en juego, con congresistas republicanos bloqueando el paquete de 60 mil millones de dólares propuesto por la Casa Blanca. Mientras Ucrania espera el cumplimiento de compromisos europeos en suministro de proyectiles y ayuda financiera, la incertidumbre se cierne sobre la capacidad de Kiev para resistir los ataques rusos en el tercer año de conflicto.
