Las tensiones entre Estados Unidos (EU) y Corea del Norte volvieron a crecer luego de que el régimen norcoreano anunciara una prueba militar.
El Gobierno de Donald Trump pidió una reunión pública del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los “recientes lanzamientos de misiles y la posibilidad de una escalada en las provocaciones” de Pyongyang, que se celebrará mañana.
El régimen de Kim Jong-Un mencionó, sin dar más detalles, una “prueba muy importante” capaz de cambiar el “estatuto estratégico” del país asiático. Esa prueba se llevó a cabo desde su base de lanzamiento de satélites de Sohae, que el líder norcoreano había prometido cerrar en 2018.
Además, el régimen norcoreano atacó directamente a Trump por primera vez desde las tensiones de 2017. Hasta ayer, las críticas fueron para el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, y para el ex consejero de Seguridad Nacional, John Bolton.
Kim Yong Chol, quien lideró las negociaciones hasta el fracaso de la cumbre de Hanói en febrero, se burló de las declaraciones de Trump, al que calificó de “anciano impaciente y errático”.
Por su parte Ri Su Yong, vicepresidente del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, advirtió a Trump contra el uso de lenguaje abusivo. “Antes de hablar, el presidente de Estados Unidos debería pensarlo dos veces si no quiere ver consecuencias catastróficas”, señaló.
Corea del Norte ha incrementado las tensiones en los últimos meses con una serie de declaraciones y pruebas de armamentos a repetición, a medida que se acerca la fecha límite de fin de año para las negociaciones.
Un posible acuerdo nuclear se ha estancado desde que la cumbre entre ambos fracasó en febrero, debido a las diferencias sobre la forma de combinar los pasos de desnuclearización de Pyongyang con el alivio de las sanciones y otras concesiones de Washington.
Fuente: https://www.informador.mx
