El máximo tribunal electoral de Brasil prohibió el viernes al encarcelado exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva participar en la elección presidencial de este año debido a su condena por cargos de corrupción.
La decisión ampliamente esperada remueve un manto de incertidumbre sobre la elección más incierta de Brasil en décadas, aunque los abogados de Lula habían dicho que apelarían una decisión adversa ante la Corte Suprema.
“Lo que está en juego aquí hoy es la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la Constitución”, dijo el juez Og Fernández ante el tribunal al fundamentar su voto para que Lula no pueda ser electo.
El juez Admar Gonzaga, quien como abogado trabajó para la campaña del 2010 de la apadrinada y sucesora de Lula, Dilma Rousseff, emitió el voto decisivo en el 6-1 que selló la exclusión del ícono izquierdista de los comicios presidenciales.
Lula, el político más popular de Brasil, está cumpliendo una sentencia de 12 años por cargos de corrupción. De todas maneras, su Partido de los Trabajadores lo registró como candidato presidencial para los comicios del 7 de octubre, asegurando que es inocente.
Lula no es elegible para la presidencia bajo la ley brasileña “Ficha limpia”, que prohíbe a candidatos postularse si tienen condenas que han sido ratificadas en apelación.
Pese a su condena y a varios casos por corrupción pendientes en su contra, Lula lidera la carrera con mucha ventaja, con un apoyo del 39 por ciento de los votantes, según la encuestadora Datafolha. Su rival más cercano, el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro, tiene un 19 por ciento.
El Partido de los Trabajadores dijo en un comunicado que el tribunal cedió a los deseos de las élites brasileñas para impedir que Lula vuelva al poder. Y dijo que la corte ignoró una recomendación del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas de devolverle a Lula sus derechos políticos.
Se espera que el compañero de fórmula de Lula, el candidato a vicepresidente Fernando Haddad, un exalcalde de Sao Paulo, encabece la boleta con la esperanza de heredar la mayoría de los votos de Lula.
El partido tiene hasta el 17 de septiembre para cambiar sus nombres en la boleta, aunque el tribunal le dio 10 días para hacer la modificación. La corte también determinó que Lula no deberá aparecer en las campañas de televisión y radio de su partido hasta que la boleta haya sido efectivamente cambiada.
El tribunal había rechazado el jueves otra solicitud de los opositores de Lula de excluir su nombre de las encuestas.
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