Donald Trump ha lanzado una advertencia contundente esta semana, dirigiéndose a John Deere, el conocido fabricante estadounidense de maquinaria agrícola. Durante un evento con agricultores, Trump amenazó con imponer un arancel del 200% sobre todos los productos que la empresa desee vender en Estados Unidos si decide trasladar parte de su producción a México. “Estoy avisando a John Deere ahora mismo que, si hace eso, pondremos un arancel de 200 por ciento sobre todo lo que quiera vender en Estados Unidos”, declaró el expresidente, citando informes sobre el posible movimiento de la empresa.
La preocupación por el futuro de John Deere ha crecido tras el anuncio de despidos de 503 trabajadores en Illinois y 310 en Iowa, una medida que la compañía atribuye al aumento de costos operativos y a una disminución en la demanda. Estos recortes han encendido las alarmas entre los republicanos, quienes temen que la emblemática empresa esté considerando trasladar su producción al extranjero, específicamente a México, un socio clave en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El senador republicano Marco Rubio, de Florida, también ha expresado su inquietud, enviando una carta al director ejecutivo de Deere, John May, instando a la empresa a priorizar a los trabajadores estadounidenses en sus decisiones de producción. La situación ha desatado un debate más amplio sobre la manufactura en Estados Unidos y la presión que enfrentan las empresas para reducir costos en un entorno económico desafiante.