
El presidente Donald Trump ha generado preocupación en el ámbito comercial al amenazar con desatar una nueva guerra arancelaria. A bordo del Air Force One, mientras se dirigía a Nueva Orleans para presenciar el Super Tazón, Trump confirmó que hoy anunciará la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de cualquier país, afectando directamente a México, Canadá y Brasil, que son sus principales proveedores.
“Este lunes anunciaré aranceles al acero… para todo el mundo. Todo el acero que ingrese a EE. UU. tendrá un arancel del 25 por ciento. El aluminio también, 25 por ciento”, declaró Trump a los periodistas, sin entrar en detalles adicionales.
Cabe recordar que, a excepción de algunos socios comerciales, como México y Canadá, que lograron negociar una exención en 2019, la mayoría de los países ya enfrentan un arancel del 25% sobre sus exportaciones de acero y del 10% sobre el aluminio, resultado de la acción tomada por Trump en 2018.
Según datos del Buró del Censo de EE. UU., México ha visto una caída en su posición como exportador de acero al mercado estadounidense, pasando de ser el segundo mayor exportador en 2023 a ocupar el tercer lugar en 2024, detrás de Canadá y Brasil.
A pesar de las acusaciones de que México actúa como un puente para triangular acero asiático hacia EE. UU., la Cámara Nacional del Hierro y el Acero (Canacero) ha señalado que, en realidad, EE. UU. es la fuente de dicha triangulación. En respuesta a la amenaza de los aranceles, la Canacero ha advertido que México podría aplicar represalias proporcionales e inmediatas a los productos siderúrgicos de EE. UU.
Históricamente, los aranceles impuestos durante la primera administración de Trump provocaron un aumento del 2.4% en el precio promedio del acero y del 1.6% en el del aluminio, impactando desproporcionadamente a las industrias estadounidenses que dependen de estos materiales.