
Washington, Estados Unidos.- El presidente Donald Trump se convirtió este domingo en el primer mandatario en ejercicio, en casi medio siglo, en asistir a un partido de temporada regular de la NFL, al presentarse en el encuentro entre los Washington Commanders y los Detroit Lions. Su presencia, lejos de pasar inadvertida, provocó abucheos de parte del público cada vez que apareció en la pantalla gigante o fue mencionado por el locutor del estadio.
Trump asistió al partido acompañado del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y otros miembros de su equipo. Los abucheos comenzaron al final de la primera mitad, cuando su imagen apareció en la pantalla del estadio, y se repitieron durante el medio tiempo, mientras el mandatario leía un juramento dirigido a miembros del Ejército como parte de una ceremonia oficial en el campo.
El Presidente arribó al estadio tras aterrizar en la Base Conjunta Andrews, luego de un sobrevuelo sobre el recinto deportivo. “Vamos a tener un buen partido. Las cosas van muy bien. El país está bien. Los demócratas tienen que abrirlo”, declaró aludiendo al cierre del Gobierno.
Previo a su llegada, el receptor de los Lions Amon-Ra St. Brown celebró un touchdown imitando el “baile de Trump”, gesto popularizado por varios atletas en la última temporada.
La Casa Blanca informó que varios secretarios del gabinete y el senador republicano Steve Daines también estaban programados para asistir. Históricamente, solo dos presidentes habían asistido a partidos de temporada regular de la NFL: Richard Nixon en 1969 y Jimmy Carter en 1978. Trump, además, ya había asistido al Super Bowl en febrero, convirtiéndose en el primer Presidente en ejercicio en hacerlo.
Un reporte de ESPN reveló que un intermediario de la Casa Blanca informó al grupo propietario de los Commanders que Trump desea que el nuevo estadio del equipo —un proyecto de casi 4 mil millones de dólares que se construirá en el antiguo sitio del RFK Stadium— lleve su nombre. “Sería hermoso”, dijo la secretaria de prensa Karoline Leavitt.
El presidente del club, Mark Clouse, dio la bienvenida al mandatario y destacó la participación del equipo en la iniciativa Salute to Service de la NFL, dedicada a honrar a veteranos y miembros activos del Ejército. Antes del encuentro, el secretario de Defensa Pete Hegseth dialogó con el propietario del equipo, Josh Harris, y participó en una ceremonia en el campo.
La asistencia de Trump ocurre en un contexto marcado por sus históricas fricciones con la NFL. Durante su primer mandato, criticó duramente a los jugadores que se arrodillaban durante el himno nacional para protestar contra la injusticia racial, movimiento iniciado en 2016 por el ex mariscal de campo Colin Kaepernick. En repetidas ocasiones exigió que los dueños despidieran a quienes participaran en la protesta y sostuvo que los jugadores debían permanecer de pie como muestra de respeto.










