
El lunes 16 de junio de 2025, el presidente de EE.UU., Donald Trump, abandonó de manera abrupta la cumbre del G‑7 en Kananaskis, Canadá, para regresar a Washington debido a la escalada del conflicto entre Israel e Irán.
Mientras se trasladaba en el Air Force One, Trump expresó en Truth Social su postura firme: “IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR. ¡Todo el mundo debería evacuar inmediatamente Teherán!”. En paralelo, convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en la sala de crisis de la Casa Blanca.
Trump aclaró que no busca un cese al fuego, sino un “verdadero final” al conflicto, exigiendo que Irán se rinda completamente y renuncie a su programa nuclear. En su mensaje destacó que la negativa iraní a firmar un acuerdo nuclear antes de un plazo límite habría intensificado la crisis.
Durante su abrupta salida, el mandatario también se negó a respaldar la declaración conjunta del G‑7 que pedía una desescalada, argumentando que “es algo mucho más grande”. Además, insistió en que el conflicto requiere una solución definitiva, no un simple alto al fuego.
El aumento de tensiones no es menor: Israel e Irán han intensificado los ataques. El ejército israelí bombardeó la televisión estatal iraní durante una transmisión en vivo, mientras que Irán respondió con misiles y drones, causando cientos de víctimas en ambos bandos. Ante esta crisis, el Pentágono refuerza su presencia militar en la región.










