El médico del presidente Donald Trump anunció este sábado por la mañana que el mandatario está de “buen humor”, sin fiebre y que respira bien mientras recibe tratamiento por covid-19 en un hospital militar.
Informando a la nación sobre el estado del presidente desde fuera del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland, el doctor Sean Conley, comandante de la Marina, dijo que Trump no ha tenido fiebre durante 24 horas.
Trump fue admitido al hospital el viernes después de dar positivo en el test del coronavirus.
Aunque Conley dijo que actualmente el presidente no está recibiendo oxígeno por medios auxiliares, se negó a decir si Trump lo recibió alguna vez en las últimas horas, a pesar de las preguntas repetidas en ese sentido.
Dijo que los síntomas de Trump, como la tos y la congestión nasal, “se están resolviendo” y que el presidente está “mejorando”.
Está de muy buen humor”, dijo otro médico, Sean Dooley.
Con aspecto fatigado y con fiebre, Trump fue trasladado en helicóptero al hospital militar el viernes en la noche. Allí, el presidente de Estados Unidos recibió remdesivir tras someterse a un tratamiento con un fármaco experimental en la Casa Blanca.
Trump, que pasó meses restando importancia a la amenaza del virus, se vio obligado el viernes a cancelar todos sus actos de campaña a un mes de las elecciones, mientras lucha contra un virus que ha matado a más de 205 mil estadunidenses y está afectando a otros en su esfera.
La Casa Blanca dijo que, por precaución, Trump pasará “unos días” en el centro médico militar y que continuará trabajando desde la suite presidencial del hospital, que está equipada para permitirle cumplir con sus obligaciones oficiales.
Trump salió por su propio pie de la Casa Blanca el viernes en la noche, con mascarilla, e hizo un gesto con el pulgar levantado a los reporteros, pero no realizó declaraciones antes de subir al helicóptero Marine One.
Cuando falta apenas un mes para las elecciones presidenciales, Trump anunció que dio positivo en un tuit alrededor de la una de la madrugada del viernes, tras regresar de un acto de recaudación de fondos el jueves.
El mandatario no dijo nada a la multitud a sabiendas de que había estado expuesto a una colaboradora contagiada con una patología que ha infectado a millones de estadunidenses y ha matado a más un millón de personas en todo el mundo.
Fuente: https://www.excelsior.com.mx